>

Blogs

Víctor Soriano

Reinterpretando el mapa

Las plazas pendientes

Desde que estrené este espacio en Las Provincias he querido tratar una de las grandes asignaturas pendientes de la ciudad de Valencia y que, además, ilustra la cabecera de los artículos: las principales plazas de la urbe, que claman desde hace lustros por una reurbanización. El corazón de las ciudades siempre ha sido una plaza, el lugar en cuyos márgenes se levantaban las principales edificaciones y en cuyo espacio se tomaban las decisiones políticas y sociales y los intercambios comerciales. Todavía queda en el diccionario el uso residual de plaza como sinónimo de mercado, rememorándonos ese origen central en la vida de la ciudad. Trazando un paralelismo doméstico, las plazas son en una ciudad lo que el salón en una vivienda; el lugar para la vida colectiva –familiar o ciudadana- y el espacio de representación, donde recibir a las visitas y celebrar los eventos importantes.

El Cap i Casal es, peculiarmente, una ciudad a la vez de abundantes plazas y huérfana de ellas. Con la excepción de la plaza de la Virgen, herencia del Foro romano, y de algunas pequeñas plazas que son iconos en el imaginario colectivo de los valentinos, como la plaza Redonda, los principales ‘salones’ de la ciudad ocupan, desangelados, un lugar casi irrelevante en la cotidianeidad cívica, consumidos por el viario y el aparcamiento, a la merced del tráfico –rodado e incluso de transeúntes que las recorren rápidamente y las sienten más como un obstáculo en su camino que como un lugar en que parar-. La plaza de la Reina, la del Mercado o la del Ayuntamiento, son lugares largamente abandonados por la actuación pública que claman por una urgente intervención, imprescindible para mejorar la calidad urbana de Valencia pero ni sencilla ni económica.

La dificultad de intervenir en estos espacios consolidados, de una centralidad absoluta y monumentales de la ciudad ha sido hasta ahora un obstáculo para la reurbanización, prevista incluso por el recientemente aprobado Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), de la que es momento para discutir, sobre todo ante la inminencia de un proceso electoral que vendrá acompañado de diferentes propuestas de cada uno de los partidos políticos, pero que deberían coincidir en un objetivo único: una peatonalización mayoritaria de estos espacios, compatible con el tránsito del transporte público y los accesos estrictamente necesarios. Debemos reivindicar las grandes plazas del centro de la ciudad como espacios públicos por excelencia, pero sin caer ni en las pretensiones irreales ni en los errores esteticistas de que, en mi opinión, pecaban casi todas las propuestas de intervención que se han venido formulando en los últimos años.

Mientras hemos discutido de la tala de árboles de la Lonja, de recrear la horterada antifuncional de un recargado mercado de flores subterráneo en la plaza del Ayuntamiento o de dar una determinada perspectiva a los flujos peatonales hacia la puerta gótica de la Catedral para rememorar las calles estrechas originales, hemos perdido decenas de oportunidades de centrar el debate en cómo conseguir unas plazas, que son elementos clave de la urbe y su carta de presentación frente al turismo, más vivibles, más agradables y más útiles para los habitantes y los visitantes de la ciudad, que es lo verdaderamente importante. Como también se ha alejado el debate de lo realista cuando se ha pretendido la peatonalización plena, apartando el transporte público de sus últimos reductos en el centro histórico o impidiendo una solución satisfactoria para el parking de la plaza de la Reina.

A pocos días de los actos centrales de las Fallas, en una semana en que el centro urbano y sus plazas alcanzan sus cotas máximas de protagonismo en la vida de la ciudad, os invito a aprovechar los únicos momentos del año en que podemos apoderarnos plenamente de nuestras grandes plazas y a recoger el guante de la reflexión sobre su futuro.

Temas

lasprovincias.es

Sobre el autor

Víctor Soriano i Piqueras es abogado y profesor de Derecho Administrativo. Tras graduarse en Derecho y en Geografía y Medio Ambiente realizó un máster en Derecho Ambiental en la Universidad 'Tor Vergata' de Roma, además de otros estudios de postgrado, y ha publicado, entre otros, el libro "La huerta de Valencia: un paisaje menguante".


marzo 2015
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031