Recuerdo todavía cómo algunos compañeros de profesión se indignaban al conocer que el jurado del caso de los trajes había cometido faltas de ortografía al sustentar su veredicto. A mí no me causó una sorpresa infinita, de esas que resultan difícil de digerir. En España se habla mal y se escribe peor. Y las nueve […]