Seguir a @a_ralloUn ‘marroncito’ sobrevuela Fiscalía desde hace un par de meses. Un asunto de esos inesperados que tarde o temprano, salvo sorpresa mayúscula, caerá en la mesa de algún fiscal. La golosina no es agradable. Más bien puede resultar indigesta. Se trata del futuro juicio del caso Terra Mítica. Quizá el primer sarpullido de corrupción de aquellos tiempos gloriosos, cuando Eduardo Zaplana mandaba en la Comunitat. El método de fraude, diseñado en su día por la anterior cúpula directiva, no destaca por su originalidad. Es, por desgracia, común en este tipo de asuntos. Facturitas por servicios que nunca se hicieron…Y dinero a la saca. En total, se perdieron 4,4 millones. De todos, claro.
La fiscal Carmen García se encargó de la instrucción, cuestión recientemente finiquitada. Una investigación que ya sólo por el tiempo transcurrido no podría calificarse de modélica. Bien es verdad que la responsabilidad no fue suya. La sorpresa fue conocer que la responsable del Ministerio Público había pedido el traslado a la Fiscalía Anticorrupción de Madrid. Y del asombro al problema, que llegó cuando le dieron el ok. No hizo mucha gracia en Valencia la decisión de la fiscal. Lo habitual, en casos de la magnitud de Terra Mítica, es que el mismo que lleva el caso se encargue posteriormente del juicio. No es este un asunto de esos que se controla en una tarde, ni en dos ni en tres. Pese a no ser excesivamente complejo, sí resulta muy voluminoso.
García, consciente de que su marcha iba a suponer un regalito envenenado a alguno de sus compañeros, llamó a la calma. ‘No os preocupéis que volveré para hacer el juicio’, transmitió. Muchos lo dudan. No tanto por ella –que puede que también– sino por el lógico discurrir de los acontecimientos. Parece complicado que si te vas un año a Madrid, a una sección ya de por sí sobrecargada –esto es España– es más que probable que no te autoricen a regresar un mes a Valencia para encargarte de Terra Mítica. Un asunto que por la capital de España debe sonar casi a chino. Total, que partiendo del razonamiento anterior, el ‘marroncito’ coge fuerza. Lo lógico es que el asunto aterrice en la sección de Económicos y por allí, los nuevos y los recién llegados, ya ponen caritas de “por favor, a mí no” o huyen cuando alguien susurra acerca del parque temático. Algunos tienen más papeletas para este sorteo pese a que no las han comprado.
El regreso de Carmen García sería visto como una salvación, el milagro que todos esperan. No se descarta, pero no es lo más probable. Al final, esto terminará como el marido voluntarioso que se compromete un día a colgar un cuadro. Y pasan los días, y los meses… Y el cuadro allí sigue, en tierra. Suele colocarlo el vecino.