Los fiscales han recibido recientemente la invitación a la comida de despedida del anterior Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce. Suele ser habitual la organización de este tipo de eventos para celebrar -puede ser también para lamentar- una despedida, jubilación y/o cambios de destino de jueces y fiscales. La colaboración para este último sarao, que se celebrará en un hotel de Madrid, es de 75 euros por barba. No se espera una asistencia masiva desde Valencia. El importe es ligeramente superior a las ‘reuniones’ en la Comunitat, suelen rondar los 50 euros. El importe incluye un regalito para el homenajeado. Últimamente se imponen las tabletas. En Valencia, por citar los ejemplos más destacados, se han celebrado comidas con la jubilación de Juan Luis de la Rúa, de José Flors, instructor de la causa de los trajes, la del magistrado Eduardo Boscà, la marcha del fiscal Antonio Montabes al Tribunal Superior de Justicia… Hubo un caso, la jubilación del fiscal superior Ricard Cabedo en el que se eligió para el almuerzo el restaurante del Club de Tenis Valencia. Precisamente el mismo lugar que frecuentaba el expresidente Camps para intercambiar unos golpes. En la pista, claro. Menudo cóctel para compartir sala.
A veces resulta tan importante quién se va como quién llega. En este sentido, la Fiscalía de Valencia recibirá en breve a la exvocal y exportavoz del Poder Judicial, la fiscal Gabriela Bravo. Tras su etapa en el Consejo se quedó en la secretaría técnica de la FGE. Un puesto que muchos responsables consideran más que interesante. La llegada de Consuelo Madrigal, sin embargo, supuso un movimiento de fichas en el departamento. Bravo y otros responsables han salido hacia sus destinos. La fiscal no regresará a la sección de Menores sino lo más probable es que recale en Penal. Afirma estar muy contenta de volver a ponerse la toga.
También circula el comentario de que el actual secretario autonómico de Justicia, Antonio Gastaldi, prepara su regreso al ministerio público. El eterno aspirante a las más altas cotas de la conselleria lleva anclado en el segundo escalón desde que inició su carrera política. Cada oportunidad -seis consellers han desfilado por su departamento- iba acompañada de una decepción. Las elecciones no auguran nada bueno para el PP. Gastaldi ya ha sondeado las posibilidades de este regreso con la fiscal jefa de Valencia, Teresa Gisbert. En su vuelta se encontraría con quien fuera conseller del PP, Jorge Cabré, ya reincorporado a la vida judicial.
¿Cuál podría ser la próxima celebración? En el horizonte aparece la renovación de la Audiencia. Es muy probable que haya comida de despedida a Carmen Llombart que no puede presentarse a la reelección. En marzo también sale a concurso la plaza de teniente fiscal del TSJ. El actual responsable es Gonzalo López Ebri. Confiaba en que nadie intentara disputarle el puesto. Sin embargo, Fernando Cabedo planea optar a la plaza.