Lo de hacer películas basadas en videojuegos es relativamente moderno, pero lo cierto es que no hay largometrajes cuya historia cuente con la fusión de muchos personajes y videojuegos en una misma trama. Rompe Ralph es una de ellas.
La película cuenta la historia de Ralph, el villano de un juego arcade que desea ser algo más que el malo y convertirse en un héroe. Después de muchos años rompiendo edificios mientras su compañero arreglalo-todo se lleva el mérito, Ralph empieza a cuestionar su estilo de vida y decide emprender un viaje por varios videojuegos para demostrar que tiene madera de héroe.
De esta forma, la película de Disney recorre las diferentes fases de todas las generaciones de videojuegos, desde el arcade hasta los shooter actuales con una historia tan entretenida como infantil. Y en este punto reside la gracia de la peli: las numerosas referencias a personajes y videojuegos más o menos conocidos por la mayoría de adeptos.
Así, es inevitable no pensar en Donkey Kong cuando vemos a Ralph en plena acción, e incluso acordarse del bueno de Super Mario en la piel de Félix haciendo las veces de carpintero. O pensar en la inconfundible saga Call Of Duty, acordarse del famoso Halo o la espectacular Anya Stroud (de Gears of War) cuando el protagonista de la película se adentra en el videojuego Hero’s Duty. También encontramos referencias al mítico Mario Kart que tantos éxitos ha cosechado en Nintendo y un pequeño guiño a los malos malísimos de muchos videojuegos.
En referencia a otros malos de videojuegos, podemos ver a Ralph en una terapia de grupo para desahogarse con otros villanos: un fantasma del Pacman dirige la charla y personajes como Bowser (Super Mario Bros.), Kano (Mortal Kombat), Dr. Robotnik (Sonic), Neff (Altered Beast), Zangief, M. Bison (Street Fighter II) o un zombi de House of the Dead asisten a la reunión.
Aunque para mí, una de las referencias a los videojuegos más graciosa de la película son los llamados errores o glitch. En el tráiler aparece, es una niña algo impertinente llamada Vanellope von Schweetz, una piloto de Sugar Rush (un videojuego de carreras que recuerda a Mario Kart) que se teletransporta de un lugar a otro sin querer como consecuencia de una línea de código incompleta.
Para los que nos gustan los videojuegos, Rompe Ralph es un homenaje divertido a los videojuegos. Una buena opción para ver entre comida familiar y empacho navideño.
Y vosotros, ¿la habéis visto ya?