Naturaleza viva | Banda sonora - Blogs lasprovincias.es >

Blogs

César Campoy

Banda sonora

Naturaleza viva

Con su último y magno trabajo, ‘Arco Mediterráneo’, Alberto Montero ha creado uno de los disco del año, a base de pop, psicodelia, sonidos andinos y folk

 

Es lo que tiene haber venido publicando obras tan excelsas: que tu siguiente referencia es sometida a un feroz tercer grado. Deslumbraron tanto aquellos magníficos Claroscuro (Greyhead, 2011) y Puerto Príncipe (BCore, 2013) que, ahora, un disco tan sorprendente como Arco Mediterráneo (BCore, 2015), para algunos, parece saber a poco, pese a haberse convertido, indiscutiblemente, en una de las creaciones sonoras del año a partir de esa bendita manía que Alberto Montero tiene de conseguir que pop, psicodelia, sonidos andinos y folk se abracen de manera tan natural como sorprendente. ¿Existía algún tipo de miedo y obsesión cuando el valenciano comenzó a trabajar en esta última criatura? «Esa sensación la tuve con Puerto Príncipe. Con Claroscuro conseguí algo importante y Puerto Príncipe creo que fue un buen disco, pero noté que algunos pensaron que había bajado el nivel. En este disco, con quien me estoy midiendo realmente es con Claroscuro, y creo que he salido bastante airoso, basándome en la reacción que noto en crítica y, sobre todo, en cómo lo recibieron los músicos de mi banda», que no son otros que Xavi Muñoz (bajo), Marcos Junquera (batería) y un Román Gil (guitarra) que ha vuelto a compartir labores de producción con Montero, certificando el buen hacer de un tándem mágico, que ha ido construyendo sus canciones en los estudios Espurna Indret de Villarreal, los Manlay y La Logia de Barcelona y El Sótano valenciano del siempre efectivo Dani Cardona, otro viejo amigo: «En este disco todavía se nota más la mano de Román. Nos conocemos más y supongo que lo ha tenido más fácil para saber por dónde voy. Tiene mucha magia y su trabajo con las guitarras ha sido brutal. Canciones como Aves del amanecer tomaron vida gracias a él. Dani hace fácil lo difícil en su estudio. Es una gozada trabajar con él», asegura Alberto.

 

Alberto Montero, enredado. Por Patricia Gázquez.

Compuesto entre noviembre de 2013 y mayo de 2015, Arco Mediterráneo esconde, como era de prever, mil y un entresijos, y se balancea elegantemente entre piezas absolutamente etéreas (Ayer de la tierra, Tormenta circular, Viajeros), y otras que, sin brindar concesiones gratuitas, entran a la primera (Cuando el aire resuena, Madera muerta, la grandiosa Flor de naranjo): «Mis discos son muy íntimos, y a mí me gusta sorprender, por lo que a veces pueden parecer complicados. Pero cuando llevas varias escuchas te das cuenta de que la base es muy pop, muy melódica. En este disco hay más pop que nunca, con temas como Madera muerta o Flor de naranjo», sentencia un Montero que ha sido capaz de dotar de una homogeneidad a su última creación artística, basada en diversos elementos recurrentes, tanto sonoros, como textuales y filosóficos. En el aire, sin duda alguna, la referencia continua a la naturaleza. ¿Por qué?: «Supongo que me inspira bastante su observación, o que esas imágenes me sirven mucho para evocar sensaciones».

 

 

Unas sensaciones que, indudablemente, también invitan, a quien decide adentrarse en este Arco Mediterráneo, a adivinar cierta melancolía y añoranza. La que, tal vez, asalta en ocasiones a este valenciano de Puerto de Sagunto que, hace unos años, decidió colgarse su guitarra a la espalda y buscar en Barcelona un lugar donde comenzar una nueva vida. ¿Ha cambiado mucho su manera de afrontar la composición y plantear sus textos, el hecho de cambiar de residencia y contexto? En las letras del compositor parece quedar patente que se echa de menos el olor a la tierra en la que nació y creció, sus colores, sus sabores… «Sí, la verdad es que me siento afortunado de vivir en Barcelona, pero también echo de menos mi casa. Barcelona fue un cambio muy grande en mi vida y eso se notó mucho en Claroscuro».

 

El vendaval. Por Patricia Gázquez.

Bienvenida sea, pues, esa suerte de desarraigo, si sirve para que alguien sea capaz de idear un trabajo tan sublime, al que se le ha querido buscar similitudes con el mejor folk anglosajón aunque, afinando bien el oído, los hay que pensamos que los aires que han servido para dar vida a este huracán pueden ser más cercanos, y localizarse también en la mejor cosecha ibérica de aquellos Almas Humildes, Nuevos Horizontes o, incluso, Serrat, de los últimos 60 y primeros 70 del siglo pasado. Montero parece tenerlo muy claro: «La verdad es que soy más de Vainica Doble en lo que se refiere a España. Para el folk tiro más por Víctor Jara o Violeta Parra», asegura sin dudarlo.

 

 

Los discos de la semana

 

La Muñeca de Sal

8:10 (Malatesta Records, 2015)

Sigue siendo una de las formaciones más especiales que ha dado nuestra música. Y se lo ha ganado a pulso, a base de publicar trabajos arriesgados y personalísimos, y embarcarse en aventuras maravillosas, como aquel La Muñeca de Sal & Los Profetas de tan grato recuerdo. Ahora, de la mano de Malatesta Records, y tras encerrarse en los estudios Stardust bajo la batuta de uno de sus miembros más activos, Sergio Devece, el combo se ha sacado de la manga un consistente 8:10; un epé que vuelve a demostrar que el quinteto sigue yendo a la suya, dos décadas después de sorprender al personal con aquel Ultra-realidad (Tranquilo Niebla, 1997).

En esta ocasión, mantiene el tipo a partir de cuatro temas instrumentales en los que vuelve a tirar de frenéticos paisajes que encuentran en las ásperas guitarras y una sección rítmica machacona y efectiva, su mejor aliado.

 

Sokolov

Señoras que fuman (Autoeditado, 2015)

A punto de publicar su tercer larga duración, Mireia Pérez y Assad Kassab avanzan un par de temas que destilan la elegancia que se le supone a esta aventura que suele cuidar, de manera elogiable, tanto lo que se ve como lo que se escucha, a partir de una imagen de marca caracterizada por la elegante provocación. Tirando, de nuevo, de ironía en sus letras, y a medio camino entre lo sensible y lo áspero, mientas que Señoras que fuman se apoya en lo acústico y aterciopelado, Erudito se adentra, sin compasión, en sendas más oscuras y desconocidas. Además, como hasta ahora la cosa no ha funcionado nada mal, Sokolov repite, tanto estudios (Pandemonium), como producción (Uve Martínez).

Otro sitio más de Comunidad Blogs lasprovincias.es

Sobre el autor

Curioso por naturaleza. Más de media vida escribiendo.


diciembre 2015
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031