Desde el estudio de grabación que regenta, junto a Judit Casado, en Burjassot, Luis Martínez contempla una de sus obras recientes más ambiciosas, el Valenciana Vol. 1 que marca un punto de inflexión en la carrera de Senior i El Cor Brutal. Un proyecto complicado, prácticamente de artesano: «Sí, con ellos estoy prácticamente desde el principio, y este trabajo es el que ha resultado más complejo a nivel de producción. Es un disco de versiones en el que Landete canta muy poco, y está lleno de colaboraciones vocales, motivo que hace que sea más difícil mantener la coherencia en todo el álbum. Además, hemos querido añadir componentes nuevos como algo de electrónica y teclados para darle otro aire a la producción. Creo que el resultado es muy bueno y les ha ayudado a crecer como banda».
Afortunadamente, hoy por hoy, si algo no echan en falta muchos de los numerosos productores y técnicos de sonido valencianos es la faena. Algunos de ellos prácticamente viven pegados a una mesa de mezclas, bien sea para sonorizar directos, bien para ayudar al artista en cuestión a cincelar sus canciones soñadas. Martínez es uno de ellos. Hace poco, en el Festival de Les Arts, sin ir más lejos, trabajó con NudoZurdo, Modelo de Respuesta Polar u otro de sus viejos conocidos, La Habitación Roja. No obstante, la mayoría de su tiempo lo pasa en Little Canyon, unos estudios que, para algunos artistas valencianos, se ha convertido en su segunda casa. Ayudan, además, las conocidas Little Canyon Sessions, una iniciativa audiovisual producida por los propios estudios y La Gramola de Keith: «Lo que todo el mundo me comenta cuando llega es que es un espacio muy acogedor en el que les encanta introducirse en su música y crear. Yo me encargo, en las grabaciones, de crear un ambiente amable y distendido en el que fluya la creatividad a través de la psicología. A partir de ahí, el resto es sencillo. Los estudios de grabación suelen ser espacios fríos donde los músicos no se encuentran a gusto y les cuesta meterse en el papel. Little Canyon Studios pretende todo lo contrario. Otro de los factores que a los músicos que nos visitan les encanta es nuestro backline: un amplio surtido de guitarras y amplificadores vintage y, por supuesto, nuestra mesa de mezclas Neve 8232 de 1982 totalmente analógica», asegura Luis, orgulloso, mientras define las pautas filosóficas de su manera de proceder: «Prefiero, primero, escuchar el material que tiene la banda, y, a partir de ahí, trabajar conjuntamente con los músicos, aunque es bueno para la producción que la visión externa del productor predomine en las decisiones, dado que suele ser más rica en perspectiva».
Martínez entró de lleno en el universo de la producción de manera totalmente espontánea: «En la época en la que tocaba en Big Score, a mediados de los 90, no era fácil encontrar a técnicos y productores que entendieran bien el tipo de música que nosotros tocábamos en aquel momento (Pavement, Sonic Youth, Pixies, Superchunk, Dinosaur Jr…). Fue entonces cuando decidí aprender a grabar y producir». Más de dos décadas después, asegura tener presente todos y cada uno de los trabajos realizados: «Siempre queda un recuerdo, y una de las sensaciones más bonitas es cuando, de repente, escuchas una melodía o una canción que te suena, por ejemplo en la radio, y dices: ‘¡Ostras, ésta la grabé yo!’».
Los mencionados La Habitación Roja y Senior i El Cor Brutal, Gatomidi, Cisco Fran y La Gran Esperanza Blanca, Testarosa, Mist, Los Radiadores, The Kojaks, The Standby Connection, Arthur Caravan… Muchos años y muchas bandas como para tener una opinión autorizada sobre la evolución de nuestra escena: «Valencia goza actualmente de muy buena salud musical a nivel de grupos y conciertos. Tal vez nos falta lo que siempre faltó, y es que las bandas tengan más oportunidades para poder ir profesionalizándose, y una visión más amplia del territorio a la hora de salir a tocar», sentencia alguien cuya condición de músico, evidentemente, perdura. Aparcado uno de los amores de su vida, y una de las aventuras sonoras más efervescente que ha dado el rock valenciano, Euro-Trash Girl, Martínez avisa, feliz: «Estamos embarcados en un nuevo proyecto que se llama Ventura y que espero que pronto vea la luz».
The Beatles
Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (Parlophone, 1967)
Producido por George Martin.
«Universo sonoro avanzado a su época en tan sólo 4 pistas».
Nirvana
Nevermind (DGC, 1991)
Producido por Butch Vig.
«La fuerza, la rabia y el sonido se unieron en Soundcity Studios».
Death Cab For Cutie
Codes and keys (Atlantic, 2011)
Producido por Chris Walla.
«Elegancia, modernidad y emoción».
Los discos de la semana
Broken songs (Umami Music, 2017)
Recién apurada su gira ibérica junto a la canadiense Julie Doiron, Nerea Serrano deja descolocados a aquellos que siguen relacionando su proyecto con los sonidos más eléctricos, en formato banda, de aquel The times. Ahora, casi dos años después, la artista abofetea nuestras almas a partir de un mini-elepé, registrado junto a Xisco Rojo, en el cual desnuda, sin ambages ni artificio alguno, una suerte de furia meditada. Temas desgarrados, que huelen a tremenda aflicción (tanto el título del disco como su portada se convierten en una tarjeta de presentación excepcional) y que, de manera inteligente, en esta ocasión son brindados al respetable en un formato crudo y acústico, en el cual casan sin problemas la inquietante voz de Nerea y los cariñosos arañazos de la lap steel del propio Xisco. El disco, por cierto, se cierra con una desconcertante musicación del poema Porvenir, de Ángel González.
El invierno de las osas (Lemon Songs, 2017)
La factoría La Seta Azul–Lemon Songs sigue siendo una de las más activas de las comarcas castellonenses. Una de sus últimas apuestas son Las Auténticas, una banda integrada por cuatro niñas cuya efectividad sonora y pasión por la buena música sorprende y hace presagiar un futuro esperanzador. Fieles a la esencia patria, y con el inestimable apoyo del hiperactivo Juan Carlos Tomás, el cuarteto rinde tributo a grandes del rock andaluz (Esta noche, de 091) y, evidentemente, castellonense (la insuperable La estrella de, faltaría más, Los Auténticos, y uno de los himnos de Morcillo El Bellaco, Es difícil olvidar). Completa la selección una revisión del Love Ghetto de Miss Black Emotion.