Siberian Wolves estrenan uno de los discos más ásperos y punzantes de lo que llevamos de año. El dúo de Xàtiva se subirá al escenario del MBC Fest, que tendrá lugar en Puerto de Sagunto los próximos días 3, 4 y 5 de abril
Está llamado a figurar en la lista de los discos más celebrados de los últimos meses. Casi dos años después de comenzar su andadura, el combo formado por Borja Put y Álex Barberá pasea con orgullo su primer larga duración, autoeditado apoyándose en el proyecto madrileño El Rayo Verde: «Lo hemos financiado nosotros, pero en colaboración con este colectivo de bandas de distintas ciudades que está todavía en desarrollo, y que defiende el ‘Do It Yourself’ y la participación colectiva, sobre todo, para conciertos fuera de la ciudad de cada banda», aseguran.
Esta colección de trallazos psicodélicos, sesenteros y setenteros, grabada en los estudios Reno de la capital del Estado bajo la atenta mirada de Jorge Martí («Él nos mostró el estudio y nos aconsejó que fuésemos ahí, y la verdad es que más satisfechos no podemos estar»), ha conseguido, en apenas unas semanas, llamar la atención de buena parte de la crítica, además, fuera de nuestras fronteras. ¿Sorprendidos? «En estos pocos meses que lleva circulando el disco han pasado cosas que ni en sueños hubiésemos pensado que pasarían cuando empezamos este proyecto. En parte creemos que se debe a haber hecho las cosas sin prisa y bien. Hemos ido quemando etapas poco a poco y seleccionando muy bien cualquier movimiento de la banda». Una formación que, por ahora, seguirá manteniendo, a imagen y semejanza de sus admirados Royal Blood, el formato dúo: «A día de hoy, las canciones que tenemos y seguimos haciendo funcionan con los dos. Si en algún momento necesitamos más gente lo pensaremos y veremos qué pasa».
Hablando de influencias, por cierto, parece ser que, tras la repercusión conseguida por los australianos Tame Impala, cada vez que a una banda le da por cultivar la psicodelia, su fuente de inspiración ha de ser ésta: «Evidentemente son un referente para nosotros, pero de igual manera lo son bandas de los 60 y 70. Intentamos aprender de todos y coger lo mejor de cada uno. En este mundillo uno no para de aprender, y eso es algo genial. Nuestras composiciones son algo muy natural; las cosas nos salen en el momento, y vamos trabajándolas poco a poco. No nos paramos a pensar si suena clásico o no. Si es bueno se queda, si no nos convence va fuera».
Mientras tanto, y entre tanta referencia, Siberian Wolves siguen definiendo sus derroteros. Esto no ha hecho más que comenzar: «Todos los grupos evolucionan, es algo natural. Evolucionas por donde te va llevando el tiempo. Ahora tenemos un sonido definido, pero puede que en dos o tres años sea diferente. Lo importante es que la esencia del grupo perdure, sea cual sea su sonido».
Surgidos de la incansable cantera musical cultivada con acierto durante décadas en Xàtiva, el dúo confirma el buen estado de forma creativo en que se encuentra La Costera. Tanto Put como Barberá, de hecho, forman también parte de otros dos proyectos, Testarosa (con epé recién publicado) y Ghost Transmission, de una zona en la que, al parecer, la camaradería y complicidad están a la orden del día: «La verdad es que sí, y es un lujo enorme tener este buen ambiente. Somos gente joven y todos remamos hacia el mismo lado. También hace bastante que la mayoría somos “vecinos” en los locales de ensayo de la zona».
La puesta de largo oficial de Siberian Wolves, ante una numerosa concurrencia y en territorio valenciano, tendrá lugar este 3 de abril en el Escenario Deleste del MBC Fest que, tras un curioso baile geográfico, finalmente se celebrará en Puerto de Sagunto los próximos viernes, sábado y domingo.
La del dúo de Xàtiva no será la única presencia valenciana en el evento. A nombres foráneos como los de Ash, Future Islands, The Horrors, Javiera Mena, Standstill, Grupo de Expertos Solynieve o Sr. Chinarro, hemos de sumar otros de la tierra como los de Césped de Verdad, Testarosa, Coleccionistas, Johnny B. Zero, Senior i El Cor Brutal, Tórtel o Betunizer.
Rugosas melodías de ayer y hoy
Álex y Borja aprovecharon al máximo los cinco días de grabación de que disponían en los estudios Reno. Les dio para mostrar, en ocho cortes desdentados, su viaje salvaje por lo más rudo y lisérgico que el rock ha dado desde finales de los años 60 del siglo pasado. Si Dark Side se convierte en atronadora introducción que da paso a una frenética Kevin, Ashley repleta de pasajes vertiginosos, la psicodélica y embriagadora Horizon enlaza con una de las gratas sorpresas de este disco, And Love Together, una pieza de más de seis minutos transformada en un viaje hipnótico sin retorno. Otras dignas criaturas como The Dream o Find The Forest completan un trabajo tan áspero como intenso.
El disco de la semana
Vibraciones (Autoeditado, 2015)
Pablo Maronda y Marc Greenwood se enfrentaban a un reto maravillosamente desconcertante: demostrar que hay vida más allá del magno y excelso La orfebrería según los místicos. Y, justo en el momento en que pocos ansiarían estar en su pellejo, y centrando ya sus miradas en un cuarto trabajo, ambos han decidido marcarse un sorprendente Vibraciones, una de esas creaciones que engorda su valía cuanto más se le escucha.
El tercer larga duración de Maronda, evidente homenaje a la mítica publicación y a la estética ochentera, tiene de todo: Enlaza con La orfebrería… para desprenderse dignamente de su legado (lúcida la sección rítmica de Brindar con detergente, mágica Alguien mejor que yo); reitera su pasión por incorporar en cada entrega piezas de profundidad supina (Pastoral de tierras baldías) y cerrar a base de agridulces perlas (No va a quedar nadie en Madrid); muestra mucho más claramente su abanico de posibilidades sonoras (acertado salto de década en década, diversidad estilística y rítmica…), y sigue rondando las temáticas que tan buenos resultados han brindado a la hora de construir la filosofía del proyecto (amistad, amor, lo esotérico y la cristiandad, los pasajes oscuros y siniestros, la conciencia social…), eso sí, en la mayoría de ocasiones, refundada a partir de sonidos, ora más contundentes (la psicodélico-rural Ajoblanco, la árida El oráculo), ora más taciturnamente bailables (la encantadora segunda parte de Nefertiti, Improvisado).
Además, Pablo confirma su habilidad pasmosa, tanto para elaborar unos textos repletos de lúcida cotidianidad y referencias literarias, como para dotar a su registro vocal de una personalidad que se reafirma y cincela disco a disco. La marca Maronda evoluciona para consolidar su esencia.