FLASH 17-04
La Alegría
Sí hay algo que me llena de emoción hasta sentir el corazón en un puño es el desconsolado llanto de un niño.
¡Cómo se mete, como una aguja, en el alma el agudo sollozo de una criatura!
Y si hay algo que me asombra hasta la ingenuidad perdida es la risa y sobre todo la velocidad que pasan de la tragedia a la felicidad.
Cuando hablo de un niño siempre me acuerdo de lo que me dice mi mujer en torno al hecho de ser padre; dice que no lo somos hasta que no reconocemos las reacciones más “sociales”,
Debe seres que cuando es un bebé, sus lloros y sus gestos los identificamos, los padres, como señales que la Naturaleza ha dado al ser para reclamar comida, agua, sueño etc. y solo cuando empiezan a balbucear alguna palabra, solo inteligible para la madre, es cuando empiezan a llamar nuestra atención.
Es posible que sea así. Yo confieso que a mí me ha pasado…aunque casi no me acuerdo y no tengo nietos, luego se me ha perdido la memoria de esos momentos.
Mantengo la emoción. Afirmo que la alegría es una emoción placentera y se dice, no tengo demasiada idea, que solo los humanos la expresamos con risas o con llanto, en este caso el dolor, claro.
En todo caso siempre me han llamado la atención las llamadas “risas “de las hienas o las lagrimas de los cocodrilos. Seguro que algún lector dará una explicación científica a estos dos fenómenos.
¿Serán las emociones “fenómenos” solo humanos?
La risa es placentera y debe serlo al observar los primeros pasos de algún n niño montado por primera vez en un triciclo y el llanto de desamparo cuando se cae.
De mayores las motivaciones son distintas, claro, pero me sigue sorprendiendo la risa y lo bien que se queda uno tras una buena dosis risueña. Buenos días.