LA YENKA2
He asistido perplejo al cambio de acera política del presidente Puig en materia de iniciativas y deducciones fiscales.
Un presidente lanzado por la escalera del vértigo en busca del voto en peligro. Ha olido y este presidente ha desarrollado un olfato a prueba de tiempo y quizá note un cierto olor a quemado entre sus filas.
Se ha sacado de la manga setenta y seis, repito setenta y seis iniciativas que cubren todo el espectro de actividades; desde el empleo a la vivienda, desde le medio ambiente hasta la sanidad y la tecnología con alguna curiosa (me `permito sugerir al lector que las lea con calma porque no queda demasiado tiempo hasta las elecciones y tiene mucha tarea por delante). Por hacer una alusión me ha gustado, aunque no sé que puede significar la número 32. Una referencia a la creación de un centro de inteligencia turística con sede en Benidorm. No sé qué será.
Especulo sobre el contenido. Algunos seres humanos se vestirán de turistas y se mezclarán con el respetable para ver como va la cosa y entonces informar a un “capo”.
Bien. El caso es que por un momento me he traslado a los felices años 60 donde la televisión nos puo de moda un baile curioso llamado “la yenka” donde se daba un paso adelante y otro hacia atrás o una pierna a la derecha y luego hacia la izquierda.
Algunos ya empiezan a decir que notan una aproximación estratégica a los postulados del partido popular. Puede que sea verdad. Nada en política es previsible y todo parece posible como esa reunión secreta entre Abascal y Feijoo
. Digo yo que no será tan secreta porque ya ha sido publicado y supongo que ha generado algún que otro escozor.
ver como se desdecía de lo que no ha mucho defendía y lo hacía con vehemencia frente a otros “barones”- muchos de los cuales empiezan a presionar a la cúpula gubernamental para cambiar la orientación y empezaban a acercarse, tímidamente, a la versión Madrid y Ayuso en vista del aparente éxito inmediato de las medidas.
Ha sido un cambio en cuatro días. ¿Huele la tostada y se aleja de Sánchez y de Compromís? El Botánico se cierra