La diposición adicional segunda de la Ley para la Igualdad efectiva entre hombres y mujeres modifica la Ley Electoral de Régimen General para que en las listas electorales haya “una composición equilibrada de mujeres y hombres, de forma que en el conjunto de la lista los candidatos de cada uno de los sexos supongan como mínimo el cuarenta por ciento. Cuando el número de puestos a cubrir sea inferior a cinco, la proporción de mujeres y hombres será lo más cercana posible al equilibrio numérico”.
Al final, los partidos políticos mueven sus piezas para acomodarse como mejor les conviene. Lo que me llama poderosamente la atención es el juego de Compromís, que se desborda en favor de la igualdad y al final, con los datos encima de la mesa, es la formación más hombruna con representación en la Comunitat Valenciana.
En Les Corts, la testosterona de Morera y los suyos se impone al sexo femenino, representado por Mónica Oltra y Mireia Mollà, que al margen de ser de Iniciativa, pincelan el toque femenino en una coalición en la que el nacionalismo es como el Soberano, una cosa de hombres.
Hoy en día, Compromís es la formación en Les Corts menos paritaria de todas. Donde los varones dominan por encima de todas las cosas.
Los datos son objetivos. Incluso podrían ser peores. Mónica Oltra se hubiera quedado sola en un grupo de hombres si se hubiera respetado el pacto electoral entre Bloc e Iniciativa. Mireia Mollà tenía que dejar su escaño a Dimas Montiel, número dos por Alicante. El porcentaje se hubiera quedado en un 16%.
Me sorprende la lucha interna de Compromís en favor de cuotas y contra las desigualdades cuando es el partido que menos hace por la mujer (ojo, no se me alteren) en lo que a ubicación electoral se refiere.
En los casi siete años que el Bloc está en Les Corts no ha colocado a ni una sola mujer. Lo mismo ocurre con Els Verds, que se nutre sólo a base de hombres. El dato contrasta con el hecho de que el máximo valor que tiene la coalición es una fémina, Mónica Oltra, cuyo temperamento arrolla al conjunto de varones.
La virilidad de Compromís va más allá. Pocas oportunidades para las mujeres en el encabezamiento de cargos con representación.
Conclusión: ni una sola mujer de número uno en los cargos institucionales de relevancia de Compromís.
En el ámbito local, más de lo mismo. La coalición ostenta 11 alcaldías repartidas en la Comunidad. Todo varones excepto la alcaldesa de Beniatjar, Raquel Calatayud.
Mónica Oltra quiere jugar. No es una secreto que quiere optar a ser la presidenta de la Generalitat. Sería curioso que la diputada liderara una coalición donde el hombre lo ha querido dominar todo.