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Llevo días sin ganas de disparar. Veo pasar las crisis, que las hay de todo tipo, agazapado en mi guarida aun a riesgo de morir acribillado. Ensimismado, mientras contaba las pocas balas que me quedan en el cargador, me vino a la mente aquella parida, que no paridad, de las cuestiones de la igualdad. Ese recurso de políticos modernos acomplejados y partidos trasnochados que no tienen ovarios de darle a una mujer la responsabilidad y el sueldo que se merece.
En la víspera del congreso de Alicante, el nuevo jerifalte de los socialistas valencianos, Ximo Puig, pregonó a los cuatro vientos que lo primero que haría tras ganar (o matar a Alarte, según se vea) sería crear una secretaría de Igualdad. Y lo cierto es que el morellano cumplió con una garantía al frente como es Rosa Peris, que en su día fue la máxima responsable del Instituto de la Mujer y que la ministra Bibiana Aído, la garante de la listas cremalleras, los miembros, miembras y demás absurdeces del Gobierno de Zapatero, se encargó de guillotinar para poner a féminas afines. Aído destituyó a Peris no fuera que uno de los cargos mejor preparados del caduco socialismo valenciano le hiciera sombra.
Aídos y Pajines al margen, Puig montó en su autobús ejecutivo a mitad hombres y mitad mujeres. De cara a la galería queda bonito aquello de que varones y féminas pesan lo mismo en el partido. Otra cosa es que sea verdad.
El ejemplo de que el PSPV es un partido machista (perdón, no se me solivianten) quedó claro en la pasada sesión de control en Les Corts al presidente Fabra. La fachada se dio en la primera fila de la bancada socialista donde diputados y diputadas alternan los escaños al estilo cremallera, que es lo que realmente viste.
La realidad, se quiera o no, es otra bien distinta: hombre habla, mujer calla. El diputado Antonio Torres, nuevo flamante portavoz del neolermismo, protagonizó la sesión de control al jefe del Gobierno valenciano; a su lado, Ana Barceló calló. La primera repregunta a Fabra (question time para los guays) la escenificó Rafael Rubio; a su lado, Carmen Ninet calló. Y para cerrar el turno, fue Francisco Toledo el que tomó la palabra; a su lado, Eva Martínez calló. No sé qué pensara Rosa Peris de esto, pero aquí de igualdad poca o nada.
Puig perdió su gran oportunidad de apostar por el valor de la mujer en el relevo de Jorge Alarte como portavoz. Torres no es malo, ni mucho menos. Es un seguro de vida. Pero había otras opciones muy válidas que fueron ahogadas por rencores casi del siglo pasado.
El PSPV hace bandera de la igualdad pero apuesta poco por ella. Al frente del partido, Ximo Puig; en Les Corts, Antonio Torres, y como portavoz de Blanquerías, Francesc Romeu. A Leire Pajín se le da cancha de vez en cuando para tenerla contenta. Ni una voz femenina para vender el producto del puño y la rosa. A Peris le queda mucho trabajo por delante mientras Mónica Oltra y Marga Sanz se frotan las manos en Les Corts. Ah, y recuerden que al PP con Barberá no le fue nada mal.