Cristiano Ronaldo cobrará 20 millones de euros al año. Ha renovado por el Real Madrid. Cristiano Ronaldo es feliz y está contento. Para Cristiano Ronaldo el dinero no es lo importante. Y el Real Madrid es el mejor equipo del mundo. España y los españoles ya podemos seguir viviendo.
Me gustaba el fútbol. En pasado. Crecí coleccionado cromos y pensando que un día sería como José Manuel Sempere, un portero bajito pero más ágil que un gato. Nunca quise ser Maradona. Hoy aborrezco el fútbol, a Cristiano Ronaldo y sus 20 millones de euros.
Es insultante. Que este país jalee, aplauda y convierta en primer plato de la comida del domingo la renovación de Cristiano Ronaldo es para que nos tengamos merecido mucho de lo que nos pasa.
Trabajadores y parados se olvidan de sus miserias con la renovación de Cristiano Ronaldo. En la salas de espera de la maltrecha sanidad pública se habla de Cristiano Ronaldo mientras las gasas se racionan para no malgastar y los goteros se alargan hasta la eternidad.
Los niños que se han quedado sin ayuda para los libros ni la beca para el comedor imitan a Cristiano Ronaldo tras una pelota de papel de plata. En casa, el padre se ha pasado el fin de semana hablando de la renovación del portugués de la misma manera que en verano, que ya acumula más de dos años de vacaciones y con la prestación agotada, suspiraba por un tal Bale (que españolizaba como “vale”) que costaba 100 millones de euros y los que hiciera falta. El padre que cada sábado se desespera en las escuelas infantiles del pueblo porque quiere que su niño sea Cristiano Ronaldo.
En casa de la suegra, donde se ha trasladado la familia, se sobrevive con la paga de jubilada y con la ilusión de que ahora Cristiano Ronaldo, que por fin está contento, vuelva a meter goles por encima de la recuperación económica, la creación de empleo y la paz mundial.
En televisión, en las tertulias, en mucha prensa, es mejor que Cristiano Ronaldo esté feliz antes de que baje la tasa de paro, que porcentualmente está por encima de los 20 millones al año que cobrará Cristiano Ronaldo.
El Real Madrid no se mastica. No sacia el hambre. Pero el Real Madrid y los 20 millones de Cristiano Ronaldo son capaces de tapar los ruidos de estómagos que llevan días si echarse un plato de caliente.
La imagen anterior no se puede generalizar pero existe. Aunque afortunadamente cada vez menos. Muchos como un servidor han aborrecido el fútbol. Reniegan de la farsa en la que se ha convertido un deporte de ricos y pobres. Donde los ricos lo son cada día más y los pobres se ahogan en sus miserias. El fútbol es un espejo de la sociedad. Ese juego que llenaba las tardes del domingo donde la deportividad y la rivalidad estaba por encima de Cristianos Ronaldos, Bales, Messies y demás hornada de niñatos tristes que sólo sonríen al compás del Tío Gilito.
¡Ya está bien! La sociedad no debería permitir más bofetadas y ofensas ciudadanas como los 20 millones de Cristiano Ronaldo. Fichajes como los de Neymar. Sonrisas como las de un Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, que daña y atenta contra lo más básico: la dignidad.
La dignidad de esos padres que tienen que callar el insulto de los 20 millones de euros ante el televisor por respeto a sus hijos. La dignidad de aquellos que hacen del pan duro sopas con leche para llenar el buche. El respeto de las madres que suspiran para que el niño no crezca mucho este año para aprovechar el chubasquero remendado del año pasado.
La dignidad del dependiente que ve como la administración no le paga. La del proveedor de lo público que ha cerrado la persiana del negocio por facturas impagadas. La del enfermo que no es atendido debido a los recortes de la sanidad. Del universitario que aplaza su carrera porque no puede pagar la matrícula.
Asco de fútbol. Hartazgo de los políticos que respiran gracias a un Cristiano Ronaldo y a un Messi que disfrazan la ineficaz gestión de aquellos que deberían prohibir insultos como los 20 millones de euros. Ya está bien. Hagan algo. Quien sea.
La gente no es tonta. La sociedad no es imbécil. Los ciudadanos no son catetos palurdos que tragarán con todo.
Al final, Cristiano Ronaldo, Messi, Bale, los 20 millones y la madre que los parió se volverán en su contra. Ojalá que así sea.