La segunda empresa más reconocida a nivel mundial. La misma que ha conseguido vincular la felicidad a una marca. Esa que, junto a pautas erróneas ha provocado enfermedades que ni siquiera existían y que ha hecho, además, que se disparen otras, sobre todo en la población infantil. Aunque mucha gente considera que beber un refresco azucarado es inocuo e, incluso, creen que es exagerado o radical no tomarlas, lo hacen desde el puro desconocimiento.
Sin embargo hay motivos, sobrados, para no tomar este tipo de refrescos y optar por otras opciones saludables, sobre todo entre los niños.
- Engorda. Mucho. Pero mucho. Cada lata de refresco contiene 39 gramos de azúcar. Un ‘alimento’ que no aporta ningún beneficio al ser humano, salvo convertirse en grasa y una falsa sensación de euforia (como las drogas). No estamos hablando de fructosa o de un alimento rico en carbohidratos, sino de azúcar puro que unido a decenas de aditivos lo convierten en una mala opción para la salud. El azúcar es el tabaco del siglo XX (y XXI).
- Resistentes a la insulina. El cuerpo humano no está preparado para esa bomba de azúcar y aditivos por lo que el hígado y el páncreas tienen trabajo extra. El cuerpo tiene que segregar mucha insulina lo que nos hace más vulnerables a tener una diabetes o enfermedades cardiovasculares.
- Afecta a la densidad ósea y el esmalte. Aunque es una leyenda urbana aquello de que un refresco de cola elimina el óxido de los tornillos, lo cierto es que su consumo elevado puede afectar a la densidad de los huesos por contener muchos aditivos (para el color, el sabor…) y al esmalte de los dientes. Una sonrisa bonita va en contra de tomar estas bebidas.
- Somos parte de una estafa. Son empresas poco sostenibles medioambientalmente y, sobre todo, casi todo el mundo es consciente de que tomarlas es pernicioso. Entonces, si a uno le engañan una vez, no tiene la culpa. Pero si sabiendo que formas parte de una estafa lo sigues comprando… Tienes un problema.
- Altera el funcionamiento. Hubo una época que incluso médicos aconsejaban tomar un refresco para conducir cuando lo único que hace esa aportación de azúcar es disparar nuestro funcionamiento normal. No tiene lógica ni siquiera sentido que para estar concentrado te recomienden tomar algo lleno de aditivos y que es perjudicial para la salud.