Siete películas que debes ver antes de irte de vacaciones
Naomi Watts en una escena de Lo imposible.
¿Quién no se ha encontrado en la playa con un vecino de sombrilla extremadamente servicial pero que sus intentos de ayudar no acaban demasiado bien? En Las vacaciones de Monsieur Hulot (1953), una de las obras maestras del genial cómico francés Jacques Tati, retrata con humor pero también con cariño a este singular caballero. Hulot, personaje que Tati repite en otras tres películas (Mi tío, Play TIme y Traffic) llega a un pueblo costero a pasar sus vacaciones. Allí coincide con turistas alemanes e ingleses. Siempre servicial, Hulot se muestra dispuesto a ayudar a todos, pero sus buenas intenciones suelen acabar en auténticos desastres. Tati bebe de los grandes cómicos del cine mudo y monta una sucesión de gags, que aún hoy mantienen toda su fuerza, a la altura de Buster Keaton Harold Lloyd o Chaplin. Si bien observa el microcosmos de una playa con hábil ironía, huye de la crueldad y siempre muestra una cara amable.
Las playas siempre han sido un buen plató para el cine, a veces para mostrar situaciones de lo más inquietantes. ¿Quién no ha entrado en el agua y no ha recordado alguna escena de Tiburón (1975)? El ya clásico film de Steven Spielberg continúa haciendo estremecer a millones de personas a los 35 años de su estreno. Las imágenes de la aleta recorriendo la playa entre los bañistas dan lugar a algunos de los momentos de mayor tensión que ha ofrecido el cine. Spielberg consigue algunos momentos a la altura del mejor Hitchcok. La influencia del maestro del suspense aparece muy claramente en la escena del segundo ataque del tiburón que rueda sin mostrar al escualo.
A pleno sol (1960) es probablemente la mejor adaptación al cine de la novela ‘El talento de Mister Ripley‘ de Patricia Highsmith, nos permite disfrutar de un Alain Delon que interpreta brillantemente al amoral Tom Ripley cuyo objetivo es sobrevivir a cualquier precio sin importar los medios que utilice para ella. La película, rodada por un René Clément en estado de gracia, se ha convertido en un clásico del cine negro europeo.
Durante las vacaciones los grupos de amigos se suelen reunir para pasar unos días juntos. Pequeñas mentiras sin importancia (2014) se centra en una de esas reuniones en la casa de una playa francesa. Poco a poco Guillaume Canet va mostrando que no es oro todo lo que reluce y que las relaciones son más complejas donde parece la falta de madurez de los personajes, sus miedos, su egoísmo. La película, rodada en clave de comedia, aunque no faltan los momentos dramáticos, se sustenta en las magníficas interpretaciones de los actores, especialmente destacados son Marion Cotillard, François Cluzet o Jean Dujardin. El film ha sido uno de los grandes éxitos del cine francés de los últimos años. En la misma línea, pero en clave de comedia, se encuentra la también francesa Barbacoa para amigos (2014).
Un tiburón no es lo único que hay que temer cuando uno se acerca a una playa. Juan Antonio Bayona lo demuestra en Lo imposible, una película llena de tensión centrada en una familia de vacaciones en Tailandia que sufre las consecuencias del tsunami que asoló las costas de numerosos países ribereños del Índico en 2004. Bayona sabe aunar el drama personal, sobre todo gracias a la brillante actuación de Naomi Watts, con las espectaculares escenas del tsunami, que rebosan realismo.
Cuenta conmigo (1986) se ha convertido con el paso del tiempo en una película de culto, al igual que otras dirigidas por Rob Reiner como Cuando Harry encontró a Sally (1989) o La princesa prometida (1987). La cinta, teñida de nostalgia, tiene la virtud de transportar a las típicas vacaciones veraniegas de una pandilla de amigos a punto de abandonar la niñez. Aunque la película tiene como leit motiv un relato en parte autobiográfico de Stephen King, el hallazgo del cadáver es el punto de partida para ahondar en las relaciones entre los integrantes del grupo, con los problemas propios de la llegada de la adolescencia. El plantel de jóvenes actores, en el que brilla con luz propia River Phoenix, contribuye a dar solidez a la historia. Otro de los aciertos es la banda sonora, especialmente ‘Stand by me‘, el tema central, interpretado por Ben E. King.
La primera colaboración de Billy Wilder con Marylin Monroe fue en La tentación vive arriba (1955), una comedia que se encuentra entre los mejores trabajos del director austriaco. Cuatro años más tarde volverían a coincidir en ‘Con faldas y a lo loco‘, una de las obras maestras firmadas por Wilder. En la primera de ellas, la escena de Monroe sujetándose la falda sobre una de las bocas de ventilación del metro se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de la historia del cine, Monroe interpreta a la vecina del piso de arriba de Tom Ewell, uno de los grandes secundarios que han trabajado en Hollywood, que se ha quedado ‘de Rodríguez’ tras la marcha de su familia de vacaciones. Un clásico de visión imprescindible.