‘El tercer asesinato’ no dejará a nadie indiferente. El cine americano nos tiene acostumbrados a los thrillers judiciales, pero esta la película da un salto de forma que lo parecía la historia principal se subordina ante los dilemas más profundos a los que se enfrenta el ser humano.
[learn_more caption=”El tercer asesinato”] Título original Sando-me no satsujin (The Third Murder) Año 2017 Duración 124 min. País Japón Director Hirokazu Koreeda Guion Hirokazu Koreeda Música Ludovico Einaudi Fotografía Mikiya Takimoto Reparto Masaharu Fukuyama, Koji Yakusho [/learn_more]
Un abogado (Shigemori) es encargado de la defensa de un hombre (Misumi) que reconoce haber matado a su antiguo jefe y quemado su cadáver. Pero Misumi da varias versiones diferentes sobre los hechos, lo que hace que Shigemori se dedique a investigar desde el principio.
Esta espléndida película del director japonés o es un thriller judicial al uso, o quizá no cabe clasificarlo dentro del género. Únicamente hay un par de escenas en los tribunales, el resto de la película se centra en la investigación del abogado defensor y, contrariamente a lo que suelen marcar los cánones del género, el nudo se vuelve cada vez más enrevesado y la conclusión final no ayuda a deshacerlo.
A Koreeda le interesa más la investigación y los giros que da según el personaje que la cuenta. La historia juega continuamente con la ambigüedad, ya que todo cambia según el personaje que lo cuenta. De esta forma, la película se convierte en un auténtico análisis sobre la verdad, si es posible llegar a conocerla y como varía segun quien la cuenta.
La parte más destacada de la cinta son los encuentros entre abogado y cliente. Ambos se enfrentan uno frente al otro en un pequeño cuarto separados por un cristal. A veces aparecen claramente distanciados, pero en otras sus imágenes se funden en una sola en un magnífico trabajo de iluminación y juegos con la cámara que contribuyen a aumentar las dudas del espectador sobre lo que está viendo. ¿A quién creer? ¿Qué es lo que realmente pasó? ¿Es Misumi el asesino?
Koreeda juega, además, con la imagen de la cruz. La vida es una encrucijada continua en la que hay que elegir. ¿Pero sabemos qué camino elegir? ¿Qué nos garantiza que hemos tomado el correcto?
El director no deja de lado sus tradicionales temas como los lazos familiares y las relaciones en su seno, un punto en el que la vida de abogado y acusado se vuelven a fundir.
En definitiva, calificar la película de thriller judicial puede engañar al espectador sobre lo que va a ver. A partir de la escena inicial que recoge el asesinato, el director japonés se aparta del género para centrarse en otros temas como la verdad, la familia… más cercanos a los temas que ha abordado en su cine. En cualquier caso, una cinta que bien vale la pena.