Las ventas en corto son aquellas operaciones bursátiles en las que si las acciones se deprecian, el inversor gana dinero.
Dentro de la lenguaje bursátil hay dos conceptos básicos: ir largo e ir corto. El que va largo, gana si la Bolsa sube. El va corto, gana si la Bolsa baja.
¿Cómo se gana dinero yendo corto?
La fórmula más “sencilla” de ir a corto es el alquiler de acciones. El broker que juega a corto pide prestadas acciones con el compromiso de devolución en un periodo establecido. Su objetivo es vender las acciones caras y recomprarlas baratas para devolverlas. Para lograr hacer esta operación, el operador en corto busca a un inversor que no quiere vender sus acciones y le ofrece una rentabilidad vía alquiler sobre aquellas acciones que tiene paradas.
Este complejo sistema es una de las formas más sencillas de ir a corto aunque se puede apostar a la baja en Bolsa con otros mecanismos como, por ejemplo, los futuros.
Pongamos un ejemplo del alquiler de acciones para ir corto en Bolsa:
Un broker pide prestado 1.000.000 acciones de un empresa que cotiza a 5 euros. Las vende en grandes paquetes a precios por debajo de cinco euros de forma que, por ley de oferta y demanda, el precio cae. Algunas las vende a 5 euros, otras a 4,99, y así sucesivamente, hasta que consigue que la acción llegue a 4,9 euros, lo que supone una caída del 2%. Ha recogido con la venta de acciones 4,95 millones de euros.
Con esa evolución bursátil, más inversores venden sus acciones por lo que la cotización acelera sus caídas, por ejemplo, hasta los 4,8 euros (equivalente a una caída del 4%). En ese momento, el broker empieza a comprar. Por ley de oferta y demanda, el precio empieza a subir hasta llegar, por ejemplo, a 4,85 euros. En ese punto, el broker en posición corta ya vuelve a tener el millón de acciones que había pedido prestado (le han costado 4,83 millones) y las devuelve. Resultado de la operación: la acción cae un 3% y el broker en corto gana 120.000 euros en un día (vendió un millón de acciones por 4,95 millones y las ha recomprado por 4,83 millones).
La pregunta en este punto es: ¿Porqué se prestan acciones para jugar en Bolsa a corto? De los 120.000 euros que gana el inversor a corto, una parte la dedica a pagar el alquiler de las acciones. El que va a corto convence al inversor que quiere mantener sus títulos que las acciones se van a depreciar y que si se las alquila, por lo menos, tendrá un ingreso. El inversor, que va a largo en Bolsa, confía en que las acciones finalmente se revalorizarán pero se aprovecha de la tendencia bajista para sacar un dinero extra (el que le paga por el alquiler los que van a corto).
¿Prohibir las posiciones cortas evita que la Bolsa caiga?
No. Las acciones pueden subir y bajar independientemente de si hay posiciones cortas o no. Sin embargo, las posiciones cortas suponen una presión adicional para que las acciones se desplomen.
¿Porqué se inventaron y autorizaron las posiciones cortas?
La Bolsa funciona mejor si es líquida. Una Bolsa en la que no se pueden y comprar acciones carece de sentido por lo que en los últimos años se han buscado nuevos mecanismos que ayuden a que el volumen de acciones negociadas cada día aumenten. Si las posiciones especulativas sólo se pueden colocar para aumentar el precio de las acciones, el volumen de los mercados sería mucho más reducido del actual por lo que se autorizaron las posiciones cortas en pro de un aumento de la liquidez.
¿Quién va corto y quién va largo en Bolsa?
El concepto básico de invertir en Bolsa es comprar acciones para tenerlas a largo plazo (varios años). Durante ese periodo se espera cobrar los dividendos y que se revalorice la acción. Por tanto, todos los que invierten en ese sentido van a largo. Entre ellos están los inversores estratégicos de cada compañía (aquellos que declaran su intención de no vender y que tiene porcentajes importantes de una sociedad cotizada) y los pequeños inversores que compran acciones con la intención de retenerlas durante un largo plazo.
Al margen de estos dos grupos están los brokers, cuyo objetivo único es ganar dinero a corto plazo. Estos se colocan cortos o largos (apuestan a que baje o suba la acción) según sus pálpitos en cada momento. Dentro de los grupos de brokers hay actuaciones intradía o a largo plazo (pongamos entre una semana y mes como mucho). Cuando éstos compran acciones a largo plazo también deciden si se colocan cortos o largos.
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