Durante estos últimos años, uno de los consejos más repetidos por los dirigentes empresariales ha sido el de la necesidad de que las pymes de la Comunitat Valenciana ganen tamaño. La feria Hábitat ha puesto sobre la mesa un ejemplo de libro de que estos consejos son acertados.

Granfort es una empresa de sofas, Pikolin, de colchones y Rimobel, de mobiliario moderno (salones y juvenil). Los tres han repetido en esta edición de Hábitat su alianza empresarial logrando el excepcional éxito del año pasado. Esta cooperación empresarial es la única que existe en la antigua feria del mueble y funciona. Sin duda, funciona.

Los motivos de su éxito está en que gracias a estar unidos han logrado atraer a mucho más público que otros stands. Han logrado los tres unidos ser el mayor expositor de feria y el que más opciones ha tenido para hacer negocio.

Las sinergias entre los tres son innegables. Los tres tienen el mismo cliente pero cada uno de ellos en una parte de la tienda o el hogar. El ejemplo se puede repetir tanto en el mismo estilo (el moderno) como en el clásico.

Pese al éxito de Granfort-Pikolin-Rimobel, la alianza es incompleta. Falta la iluminación y el textil. El problema de estos dos sectores es que sus recelos ante el mueble, que siempre ha tenido empresas más grandes y de mayor facturación, le frenan. Eso es un error.

El ejemplo que han ofrecido esta semana estas tres empresas tiene además un aliciente. En los primeros mensajes que lanzó AVE, Cierval, CEV o la Cámara de Comercio se hablaba sólo de fusiones. De crecer convirtiendo dos o más empresas en una. Ahora, el abanico se abierto y se habla de cooperación empresarial, un concepto más sencillo y que igualmente es exitoso.

Aquellas industrias que tienen ferias donde promocionar sus productos tienen realmente fácil lograr sinergias con alianzas empresariales aunque en un principio se limiten sólo a la participación en certámenes.

Sólo una clave más. Aquello de “soy el dueño y aquí mando yo” no vale en las alianzas.

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