POR FIN ME PROHÍBEN CORRER
POR FIN ME PROHÍBEN CORRER Quiero que se sepa que a mí el alcalde Ribó me gustaba mucho porque al principio- uno o dos días- llegaba en bicicleta a su despacho de la Alcaldía; era un punto a su favor la imitación a los Reyes de Suecia o Dinamarca, no estoy seguro, pero por ahí […]