FUNDACIÓN POR LA JUSTICIA
En unos días, el domingo 20 de febrero en concreto, se celebrará “El Día Mundial de la Justicia Social” y eso está muy bien.
Hay días para todos y hay tantos que los 365 del calendario son insuficientes para albergar más acontecimientos que merezcan un día especial, aunque he de decir que cada día los llamados eventos van ganando en frivolidad y así pronto todos tendremos, al amparo de las Naciones Unidas, nuestro día personal y los más ricos e influyentes lo tendrán antes como ocurre siempre. Todo está bien.
Pese a esto del Día citado y antes que la Naciones Unidas se dieran cuenta pública, un grupo de gente en Valencia y en 1994 se empeñó en poner en marcha un proyecto que hoy es una realidad bien patente.
Por si se ha olvidado. ¿Quiénes son?
La Fundación por la Justicia (FxJ) es una organización sin ánimo de lucro, independiente y aconfesional, que trabaja por la promoción y defensa de los Derechos Humanos tanto en España como en los países más desfavorecidos de Asia, África y América Latina.
Se constituyó en 1994, después de una prolongada reflexión de utópicos aventureros de la ilusión, y partió de la certeza de que es posible, políticamente rentable, socialmente exigible y éticamente imprescindible apostar por una Justicia diferente, comprometida, accesible y cercana.
En el Patronato de la Fundación se integraron observadores desde todos los balcones de la Justicia; Magistrados, Fiscales, secretarios Judiciales, Abogados, Procuradores, Médicos Forenses, Profesores Universitarios de variadas disciplinas, empresarios y representantes de Asociaciones de Consumidores y Usuarios, desvinculados de cualquier opción política o asociativa.
Sucede que me involucré con ellos a raíz del asesinato de los jesuitas en El Salvador y surgió como fruto un libro mío titulado” “Asesinar a un jesuita”.
Siguen. y ahora han trabajado, con apoyo económico de la Generalitat valenciana, haciendo “cosas” en todo el mundo y estos días han publicado un informe completo titulado “Una ventana a la realidad de las mujeres transgénero en El Salvador”. Me interesa.
Son personas que sufren, al margen de otras consideraciones, violencia, tanta que su esperanza de vida media es de 33 años y desde el ´94 llevan más de 600 personas asesinadas; este año 100 que hayan sido reportados y solo el 11% han llegado a juicio.
Sé que algunos pensarán que a que viene esto con tantos `problemas que nos rodean de orden político, social etc. y además cerca de las fiestas valencianas por excelencia: Las Fallas.
Viene a que quizás sirva como un pequeño ejemplo, una llamada de atención, para que recordemos que no estamos solos y que hay personas que necesitan comprensión- vuelvo a decir que en este caso al margen de otras consideraciones- y ayuda; me viene a la memoria una petición de un hijo mío acerca de que le busque información en torno al fenómeno del egoísmo y pronto pienso en la era de la tecnología, del metaverso, de los mundos virtuales que incitan al “tener, más que compartir”.
¿Cómo se resuelve? Copio lo que dice como antecedentes la ONU sobre el asunto.
Lograr la justicia social a través del empleo formal
Más del 60 por ciento de la población mundial empleada, es decir, 2 000 millones de mujeres, hombres y jóvenes, se ganan la vida en la economía informal. La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la vulnerabilidad de los trabajadores informales ya que, a menudo, carecen de cualquier forma de protección social o beneficios relacionados con el empleo. Ello se traduce en que tienen el doble de probabilidades de ser pobres en comparación con los trabajadores regulados.
La mayoría de las personas ingresan a la economía informal no por elección, sino debido a la falta de oportunidades en la economía formal.
Promover la transición a la formalidad de estos empleos es una condición necesaria para reducir la pobreza y las desigualdades, promover el trabajo decente, aumentar la productividad y la sostenibilidad de las empresas y ampliar el campo de acción del gobierno, especialmente en tiempos de crisis.
Como esta columna larga no es un informe lo que yo pretendo es llamar la atención sobre dos asuntos:
1.- De la existencia y recordatorio de una Fundación civil valenciana que acomete siempre proyectos tendentes a lograr la justicia en todos los campos y…ya tiene trabajo.
2.-Concienciar a algún lector e involucrarle en acciones de apoyo a la Fundación.
Yo iré informando mientras el editor del diario me lo permita y lo ha hecho siempre, por cierto.