>

Blogs

Carlos Pajuelo

Pajuelo: la chispa

EL PASE

EL PASE

De siempre me ha impresionado, y lo retengo en la memoria infantil desde entonces ,la figura alta de un hombre que desde la plataforma de los viejos tranvías que circulaban por Valencia pronunciaba la palabra “pase” cuando a requerimiento del cobrador este pedía billetes; apenas se le entendía, salía de su boca como un susurro y en ocasiones solo hacia un gesto de abajo arriba con la cabeza. Aquello bastaba y el cobrador se volvía hacia el pasillo diciendo en voz alta: “no quiero a nadie en el pasillo”, pero siempre había alguien que no hacía caso, por ejemplo mi madre que no solo no hacía caso sino que me llamaba y gritaba:” Carlitos ven aquí” y yo ya estaba crecido y atravesaba la apretada piña de los pasajeros de la plataforma no sin recibir alguna que otra broma a costa del “Carlitos ven…”.

Han pasado los años y eso del pase continua. Ahora el Gobierno dicta una orden-algunos dicen que ilegal–y paraliza prácticamente el país mediante una orden de confinamiento. Todos en casa menos algunos diputados canarios que con el sonsonete de “usted no sabe con quien está hablando” o algo parecido se suben a un avión y se van a la casa de todos, o sea a Madrid.

El jefe de la cosa y sus adláteres declara ahora ante la juez que no se reconoce, que no se acuerda, que estaba allí sosteniendo el dinero de un amigo y no sé cuántas tonterías más.

Interrogado a la sazón el portavoz del PSOE sobre este extremo de quienes eso quince que  ,alegremente como viejos camaradas de colegio, se concitaron para “papear” espléndidamente , a costa de usted y de mi ,este entra en un ataque de orgullo y su soberbia le lleva a decir que a quien le importa eso de los nombres.

Iñaki de Las Vascongadas me importa a mí y a algunos que yo conozco y a otros que sin conocerlos se manifiestan escandalizados. Nosotros no podemos- por cierto, ni queremos marcharnos a los Países Bajos a ver si pagamos menos impuestos.

Pronto la señora Montero, la de Hacienda, será, una vez más, nuestra sombra y con su gracejo habitual y argumentos ininteligibles nos hará comulgar con ruedas de molino y pasaremos por caja a mayor gloria el Imperio que un día fuimos.

La ideología del bien común, la de la igualdad y la distribución justa de los recursos, se queda sobre algunos libros de texto o ensayos que se almacenan llenos de polvo sobre las estanterías de los Departamentos de ética una vez cumplido su primer destino de servir para seguir teorizando en la Universidad, en todo caso y pronto ni eso.

Leo a propósito de la Universidad que el profesor a la sazón el Sr. Iglesias, aquel que denostaba de la casta y arengaba a quien quería oírle a derribar los muros de la desigualdad va y viene a sus clases en vehículo oficial y con escoltas.

Desde mi añorada infancia del “pase” hasta hoy ha llovido mucho, pero no tanto como para lavar la cara dura de los que hoy emplean la política como un remedo de aquel inocente “pase” que garantizaba al guardia de turno desplazarse en el modesto tranvía a costa del contribuyente quizás con el pan del día y algo más del economato de turno.

En materia de escoltas los “papeles rosa” señalan al expreso delincuente Undargarin ,todavía yerno del emérito, como alguien que tiene a su servicio a varios escoltas adscritos al servicio de la casa real.

Me pregunto que peligro corre este sujeto, desviador de fondos públicos en su momento, para que tengamos a varios fornidos debidamente entrenados guardando las espaldas. ¿Teme que alguien lo sodomice en un descuido, mientras se desliza por el manto de nieve o le tienda una trampa financiera a costa nuestra?

Mi amigo el profesor Paniagua a veces habla de su admirada Revolución francesa como eje de una liberación social y yo estoy con él añadiendo que al no haberla pasado supone u peso muerto en el progreso colectivo.

Siendo miles los alcaldes, concejale etc. que están ahí sin cobrar ni un ochavo por sus funciones en pro de su ciudad o de su pueblo unos cuantos,-demasiados, deshonran la necesaria función de la política. No les importa uniformes, cargos, representaciones con base en los votos obtenidos.

Alguien dijo que nosotros los españoles además de envidiosos somos adictos a la bragueta y a la faltriquera.

Otros dicen: “El Señor nos coja confesados”. No tengo mucha fe en la solución.

Aquellos que claman contra la injusticia, contra los cambios por decreto ley, que alteran sustancialmente el orden natural de las cosas creo que son más en número que aquellos que nos imponen el “¿sabe usted con quien está hablando?.

Unas vacaciones permanentes, unas cárceles como esa de El Salvador para encerrar a las “maras” harían milagros. Amén.

Temas

Por Carlos Pajuelo

Sobre el autor

Profesor emérito Universidad, escritor , publicitario y periodista. Bastante respetuoso con los otros. Noto la muy mayoría de edad física. Siempre me acuerdo de aquello de "las horas hieren y la última mata" y para aquel que trate de averiguar que significa esto ; cada uno que crea y piense lo que quiera


marzo 2023
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031