DE LA PRECAUCIÓN AL MIEDO Y DE AHÍ AL TERROR
Se me ha roto el verano. He retirado de mi ordenador algunas bromas relacionadas con el Sol y las gentes y he creído necesario, al menos para mí, publicar un testimonio de condolencia hacia las familias de los muertos y heridos por el doble atentado en Barcelona y Cambrils, haciendo extensivo el pensamiento de quienes alejados de la política diaria han hecho piña en torno a la necesidad de ayudar y proteger.
Una oleada interior de precaución me ha invadido tras la noticia y me he sorprendido a mí mismo cruzando, disciplinadamente, un semáforo en una avenida de nuestra Valencia y mirando mucho a la izquierda y a la derecha y observando los movimientos de los vehículos que, con el motor en marcha, ronroneaban cerca, pendientes de un cambio de luces para arrancar.
Tras ello he desembocado en una plaza en la que dominaban, hoy al menos, niños jugando protegidos y ayudados por sus madres que, por su atuendo con el pañuelo en la cabeza y sus largos vestidos, denotaban su procedencia musulmana. O sea, son vecinos nuestros.
Me asalta una duda razonable. ¿Son todos buenos?
¡Ay! ¿Será el comienzo de la xenofobia? Me alarma la diferencia de color, de vestimenta.
Tras los atentados, estos adquieren mayor importancia por estar en “casa” y se tintan de mayor transcendencia porque nos tocan más de cerca y eso dispara la precaución, enciende la alarma y sugiere la desconfianza.
La semilla del miedo está sembrada y quien ejecuta ese acto de agresión con resultado de muerte es invencible.
¿Por qué? Porque le da igual morir, sacrificar su vida en aras, le han convencido, lo han hecho creyente, de alcanzar un paraíso solo para los elegidos.
Podemos no entenderlo, pero es obvio que es un hecho.
Una nueva cruzada moderna se ha puesto en marcha y nosotros somos los enemigos que abatir.
¿Cuánto durará el miedo que pone en marcha la precaución?
De momento surge el terror.
Terror (es el sentimiento de miedo o fobia en su escala máxima. Si el miedo se define como esquema de supervivencia, se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente… El término terrorismo, derivado de terror, designa un método de acción política destinado a sembrar el miedo en un grupo social, racial o religioso, en una comunidad o ciudad, y en algunos casos a desestabilizar al Estado y promover una revolución.
Ahora es complejo separar sentimientos. Todos hemos comprobado si los más cercanos que estaban por los lugares de loa hechos están bien y visto que si, la onda expansiva de las consecuencias personales, colectivas y sociales se pone en marcha.
Colaboremos con las fuerzas de seguridad, no pongamos `pegas cuando nos hagan controles y pongamos en común actos, observaciones que creamos que puedan ser de interés sin caer en la histeria.
Repito mis condolencias.