Vicente Inglada es un asesor del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia. Uno de estos chicos que ganan miles de euros de las arcas públicas y que el estar ociosos les hace tirar de twitter más de los normal. Inglada, que en su día fue concejal socialista en el Ayuntamiento de la capital, ofreció ayer su particular análisis de los resultados de las elecciones catalanas: “Qué suerte que lo hayas visto, yo sólo he visto los morritos de la Camacho”.
Inglada, sin pensarlo, se metió en un charco de una profundidad asombrosa. Parece mentira que un chico que lleva tantos años en esto del sueldo público utilice con tanta ligereza su cuenta de twitter en la que se presenta como asesor del Ayuntamiento de Valencia del PSPV. Fue una de las respuestas dentro de una conversación en la red con el periodista Mariano Gasparet en pleno huracán tuitero tras los resultados de las catalanas y constatar la debacle del PSC.
Los socialistas, hace diez años, montaron en cólera después de que el periodista Santiago Lopez Castillo, director del programa de televisión “Parlamento” de TVE, llamara a la exministra Leire Pajín “morritos Jagger” en un artículo de opinión publicado en el periódico “Guadalajara Dos Mil”. Es cierto que López Castillo aderezó la columna con expresiones como esta: “(Pajín) exhibe algunos atributos muy respetables pero insuficientes para compensar su cacumen o inteligencia erigiéndose en libertadora sin límites, aunque haya que pesar por el coma etílico”. De nota.
La osadía del periodista le costó el puesto en TVE tras la presión socialista. Pajín en aquellos tiempos era una joven promesa que los años han demostrado que se quedó en mucho menos de los esperado. El artículo de López Castillo tenía tela pero el gran público, PSOE incluido, se quedó con aquello de “morritos Jagger” a pesar de que era la menor de las ofensas.
Ocho años después, en 2010, desde la recia Castilla llegó el entonces alcalde de Valladolid, el popular Francisco Javier León de la Riva, que desbarró a bocajarro: “Cada vez que veo la cara y morritos de Leire Pajín pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí”. No hicieron falta detalles, todos supimos lo que pensaba. León de la Riva, para definir a la recién nombrada ministra de Sanidad, anduvo suelto: “Es una chica preparadísima, hábil, discreta, que va a repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y que va a ser la alegría de la huerta”.
Al pucelano le llovieron de todos los colores. Algo normal de alguien que hace de la incontinencia verbal su bandera.
Vicente Inglada, que no añade más reflexiones al término “morritos” dirigido a la popular Alicia Sánchez Camacho, intenta vestir la metida de pata diciendo que es una frase sacada de contexto. El problema es que nadie le invitó a decirla. Los socialistas, al igual que con López Castillo y León de la Riva, tendrán que seguir la misma senda y pedirle explicaciones a su asesor que utilizó el maldito “morritos” para definir a la candidata del PP a la Generalitat de Cataluña.
¿Qué pensará el PSPV de todo esto? Carmen Alborch, recién nombrada presidenta de la comisión de Igualdad en Blanquerías, ¿se pronunciará? Y Modesta Salazar, una gran diputada por cierto, presentará alguna iniciativa en Les Corts ¿o no se lo permitirán en su partido? ¿Por qué no estaba Modesta en la constitución de la comisión de Igualdad?
La actitud de Inglada es incomprensible en unos días en los que se trabaja para atajar la violencia hacia la mujer. El término “morritos” ayuda poco.
El excesivo tiempo libre que tienen los asesores del Ayuntamiento de Valencia alumbra monstruos twitteros como el propio Inglada. Alguien debería decirle que su función es trabajar y no a decir chorradas por las redes sociales aunque sea fuera de horario labotral. El partido para el que trabaja representa a miles de valencianos.
Tras el revuelo (no antes), Inglada pidió disculpas. Algo que le honra.