Fofito y los chorizos de Campofrío
“Hola don Pepito, hola don José,
¿entró usted en el ERE? en el ERE yo entré,
¿se fue usted al paro? al paro yo me fui,
adiós don Pepito, adiós don José”
La Navidad llega con esos anuncios bobalicones que durante unos segundos quieren anestesiar a los ciudadanos con una dosis de realidad que no existe. Tras resucitar el año pasado a Gila y al enemigo, ahora llega Fofito con la intención de pintar de color de rosa, al igual que una loncha de jamón cocido, el currículum de todos. Los listos de Campofrío, a los que la estrategia sensiblera de 2011 les funcionó, han repetido fórmula para estas fiestas con el objetivo de vender chorizos, salchichones y serrano al vacío.
Fofito, hijo de Fofó, descarta en el anuncio la camisola roja de los payasos de la tele para ponerse traje de luto y bombín al tiempo que lamenta lo jodido que está el patio. Con tristeza habla del consumo de antidepresivos y de que la gente se quede sin trabajo. El payaso invita a cambiar el estado de ánimo y sus colegas cómicos recuerdan a los premios Nobel españoles, la donación de órganos, los Oscar de Hollywood, a los iaioflautas (que surgen de la crisis, no se olviden) y la proliferación de aeropuertos vacíos como símbolo del despilfarro.
Aparecen los Morancos, las Hurtado, Chiquito y la “tratosfera”, David Ferrer, Quique San Francisco y una cariñosa Chus Lampreave que lo que quiere es vender embutidos a Merkel y el Fondo Monetario Internacional, que es de lo que se trata.
La cárnica burgalesa, que fue absorbida por Smithfield Foods, anunció en febrero de 2009 el cierre de seis fábricas y el despido de 1.800 trabajadores. Así se recogió en varias informaciones.
Como dice Fofito en el anuncio, se supone que a los despedidos se les dijo aquello de: “Se te olvida que eres más listo de lo que crees, más fuerte de lo que piensas, incluso más guapo y cuando te das cuenta es como tener superpoderes…” pero pasa por el despacho, coge el finiquito y adiós muy buenas.
La empresa de chopped publicita sus bondandes con el eslogan: “Que nadie nos quite nuestra manera de disfrutar la vida”. Lo que no dicen es que ellos cambiaron la vida de muchas familias en 2009 a golpe de despido.
Campofrío, esa cara amable de la Navidad que vació las farmacias de antidepresivos y envió a cientos a la cola del paro, encima publicita su caridad con el hashtag #elcurriculumdetodos para dar un euro por tuit a Cruz Roja cuando sabe que ser trending topic en Twitter durante todo un día no se paga con dinero. Además, con una campaña de lágrima fácil que se rebota en todas las webs sin necesidad de que la empresa pague ni un euro por inserción publicitaria. Los de la agencia, unos cracks. Lo demás, miseria.
¿Cóomoooo estaaaaánnn ustedeeeesss?
Pues jodidos Fofito, muy jodidos.