Los partidos políticos de la Comunitat Valenciana se repartieron casi 38 millones de euros en los últimos cinco años. PPCV, PSPV, Compromís y Esquerra Unida disfrutan de financiación pública vía presupuesto de la Generalitat y de Les Corts Valencianas. Muchos millones en forma de subvención directa que, hasta la fecha, no justifican al detalle. Este cuadro detalla el reparto anual:
Mañana martes comienza el debate de política general en el Parlamento valenciano. Un pleno cargado de buenas intenciones que luego se olvidan en la cuneta de las promesas incumplidas afectadas por la amnesia de nuestros políticos. En el pleno del año pasado, como ciudadano por encima de periodista, sentí rabia y vergüenza ajena. Consell y oposición, que desarrollaron durante casi toda la sesión un discurso de enfrentamiento incapaz de cerrar acuerdos en derechos y obligaciones sociales, dejaron a un lado la ideología y las siglas para votar a favor de la congelación del reparto de 1,7 millones de euros entre PPCV, PSPV, Compromís y Esquerra Unida.
Sentí rabia por la desazón de aquellos a los que le deniegan la beca escolar, por los que bajan la persiana por los impagos del Consell y por los que hacen cola cada día por un plato de comida fruto de la caridad. Y vergüenza ajena porque ninguno de los diputados presentes (con sus chollos incluidos) fuera capaz de romper la disciplina de voto para identificarse con el sentir de la sociedad. El reparto millonario se aprobó de tapadillo por una unanimidad manchada por la avaricia de unos partidos que necesitan del dinero público para pagar amistades y excesos de lujuria política. Nadie pidió la palabra para criticar aquella decisión.
La Comunitat Valenciana, en 2008, fue la primera autonomía tras el País Vasco que aprobó una doble vía de financiación: presupuesto de la Generalitat y cuentas de Les Corts. Ese año, los partidos valencianos se repartieron 7,2 millones de euros.
Durante los ejercicios siguientes, la presión mediática obligó a los partidos a rebajar la cantidad pese a que en los presupuestos las ayudas a las formaciones políticas eran cada vez más altas. De hecho, los 1,7 millones del último debate de política general se han quedado en 1,2 y ya veremos si se cobran.
La confianza en que los excesos se pagarían con dinero público ha llevado a los partidos a situaciones curiosas. El PP valenciano figura como moroso en la cuenta general de la Generalitat porque debe 24.000 euros al Palau de Les Arts. El PSPV, en bancarrota, intenta sobrevivir con una deuda a cuestas de 9 millones de euros. Compromís, que se inventó el “cheque democrático” sin éxito, tuvo que aplazar 70.000 euros en retenciones a la Seguridad Social y hacen funanbulismo financiero para poder pagar las nóminas a final de mes. A Esquerra Unida, la crisis de la pasada legislatura, también le obligó a mediar con los bancos.
Sólo espero que en el debate de política general que comienza el martes no haya otra propuesta de resolución de tapadillo para un reparto millonario de dinero público en plena crisis. Y si alguien se atreve a plantearla, que salga algún valiente a rechazarla.
Si los partidos no saben qué piensa la sociedad sobre la subvención pública, que echen un vistazo a este encuesta: ¿Cómo se deberían financiar los partidos políticos?
La ráfaga: Si quiere saber lo que cobran los diputados valencianos pinche aquí.