EL FINDE DE MR COOKING
Cuando las cosas del comer se convierten en Fábula
ESTE SEMANA JUGAMOS A LAS CARTAS
#elListódromo: Trío de arroces: atún, pato y ‘carranc’ #Confidentials: La gastronomía se la juega: las cartas boca arriba #CookingTerapia: Repartiendo juego a pie de barraQue el otoño va a dar mucho juego, gastronómicamente hablando, es ya una realidad. Por eso, este espía aturullado que se siente como si una gota fría de devenires culinarios se le hubiese caído encima, te propone que este fin de semana entremos en el juego y hablemos de ello. Que pongamos las cartas gastronómicas sobre la mesa y descubramos cada cual qué lleva entre manos. Para empezar, en nuestro danzante #Listódromo te voy a servir un trío de arroces que sirvan para asentar estómago ante lo que nos vendrá el sábado y el domingo, que ya iremos desvelando. Tres arroces que saben a otoño, aunque uno de ellos es típico del verano (¡qué le vamos a hacer!). Tres arroces contundentes y, para mí, ricos. Muy ricos.
El primero te va a llevar a un sitio que yo hasta ahora desconocía y que tiene mucho sabor: arroz con cangrejo (carranc) en Llar Román. El segundo te traslada hasta un viejo conocido cada vez más consolidado: arroz de pato y setas en Julio Verne. Y el tercero, un arroz casero que me hicieron unos buenos amigos (un espía con amigos) para que lo conociera y que es todo un descubrimiento: Arroz con atún y ‘fesols de careta’. IMPRESIONANTE.
Trío de arroces, trío de ases, que te harán exclamar un sentido “oleeee!”. O eso espero.
e m p e z a m o s
AS DE DIAMANTES Arròs amb carranc Llar Román. Carretera del Riu, 258, (Pinedo) ValenciaVamos con la primera de las propuestas. Puro diamante. La descubro gracias al Club Empresarial Modd0s, que invitaron a Mister Cooking a inaugurar sus mesas gastronómicas. (Aunque de eso, de esta iniciativa, ya te hablaré junto a otras historias en mi próximo informe). El objetivo del encuentro era que conociera el ‘arròs amb carranc’ de José Román. Y que, de paso, desplegara las alas que uno lleva siempre dentro y se lanzara a volar por el hiperespacio de la felicidad tras catarlo.
Eso es lo que uno puede hacer en Llar Román, volar. Y no es un ‘queda bien’ lo que te comento, ni mucho menos. El arroz que preparó José (porque los arroces -y creo que son muchos- pasan todos por su manos sí o sí) son de otra dimensión. En esas ollas se escondía una contundencia absoluta de sabores, un mar revuelto, un Mediterráneo cocinado con sabiduría. Un arroz que tenía al ‘carranc’ como gran protagonista, aunque iba muy bien acompañado. Si fuera un junta-versos le escribiría una oda.
El fondo de pescado se cortaba -ésta es una frase de esas dichas y redicha- con cuchillo y tenedor, y junto al arroz, a parte del rey del plato, veías desde cigalas a calamares, creo que hasta alguna almeja, haciendo de aquel plato un contundente espectáculo. Cante jondo. Y hondo. De los que dejan huella.
Como preludio te diré que José nos robó el corazón y el alma con otro puñado de platos de tenían un plus de tradición, de historia y de vivencia importante. Cocina sin tonterías, podríamos decir. De esas de la que no te cansas nunca de repetir. Te destaco tres de sus propuestas:
–El tomate con ventresca, que eso ya sabes que es para hacerle el coro al plato y cantarle algo. Si un tomate es bueno y la ventresca como debe, ya te han puesto una autopista hacia el cielo.
–Coques de blanquet. Alfredo Esteve, uno de los participantes en el encuentro, me invitó a descubrir este plato que es pura delicia. Me sonó a las tortitas de camarón, aunque aquí tiene otra música: el pescadito le da una sutilidad, un sabor tan especial, que te atrapa. Oye, que si puedes las pruebas y hablamos.
–Suquet d’all i pebre. Para mí esto fue el top. No te puedes imaginar cómo estaba. O sí. Es para comer eso sólo, la verdad. Con un buen pan para mojar y un gran pañuelo para limpiarse las lágrimas.
AS DE TREBOL Arroz de Pato y Setas Julio Verne, Calle del Periodista José Ombuena, 5, Valencia
Segundo arroz que entra en juego. Y el segundo arroz que pruebo de la factoría de Julio Verne. Arroces que firma Julio Exojo que, desde su restaurante y de la mano de Cristina y su equipo, van haciéndose un hueco cada vez más amplio dentro del panorama gastronómico de la ciudad. A la chiquita callando, que dicen.
El arroz de nuestros amores es en este caso un atractivo viaje por el monte. Setas y pato juntitos, con los aromas del campo acompañándolos. Un plato de esos que sientan bien (o muy bien) y que debo confesar que, a un zampagrullas como el que te escribe, le cuesta mucho parar de comer. (A mí, el verde del cebollino no me hacía falta… el resto sí :mrgreen:)
La experiencia, siempre grata en Julio Verne, la completamos con tres entrantes. De ellos, me gustó los tomates con humus y aceite de albahaca (buena combinación), curioso su bocadillo y siempre rica la ensaladilla.
AS DE CORAZONES Arròs de Toninya de Sorra Plato tradicional de Oliva (Casa Mavi i Vicent)
Nos vamos ahora con el último de los tres arroces que proponemos para afrontar este otoño. Un arroz que me ha secuestrado mis pensamientos culinarios, tanto que no lo olvido. Diría que alguna noche que otra me despierto sobresaltado recordándolo. Pura delicia. Es un arroz especial: quizá por la gente que me lo hizo -ya sabes, comida de Mr Cooking & Friends-, quizá por la historia que lleva detrás -es un arroz que habla de la tierra, en este caso de Oliva y La Safor, con muchísima personalidad-, o quizá porque está tan bueno que es muy difícil no soñar con él. De esos arroces que tienen una pinta tan irresistible que sólo su aspecto te despierta el apetito. Sencillamente fantástico. Por cierto, en Oliva, por la variedad de la verdura que se utiliza, se llama también Arròs d’Estiu.
Como en este caso es un arroz tan casero, y me es difícil enviarte a que lo pruebes a una casa a que te lo cocinen, te voy a dejar la receta y a proponerte que seas tú quien se ponga el delantal.
Ingredientes:Y con esto, ya sabes, se hace el sofrito con todos los ingredientes y, una vez hecho, se coloca en la cazuela con el arroz. Se da unas vueltas y se pone el caldo y el tomate. Se rectifica de sal (ojo que el atún es potente) y se mete en el horno. Me dicen que a 250 grados muy al principio y pronto a 230. Ellos, los anfitriones, hablan de una media hora (o menos, pienso yo.. )
¿Te lo enseño otra vez o es ser demasiado malo?
V E N G A
Con los tres arroces, desde luego, ganamos el as de picas que es el que nos hace falta para hacer póquer de ases y ganar la partida. Porque, entre nosotros, no hay quien pueda derrotar a un buen arroz. Si son tres, mejor. Y dicho esto, seguimos descubriendo nuestras cartas de este fin de semana…De hecho mañana vamos a dar mucho juego en el #confidentials