Carlos Medina: «Me gustaría poder cocinar semen de bacalao; es de lo más delicioso que he probado»
Mientras afilaba los lápices, Carlos deambulaba por un bajo destartalado que acogerá su futuro estudio de asesoramiento gastronómico. Oficinas que se convertirán los fines de semana en un restaurante. Se llamará ‘Leche eléctrica’ y el cocinero, que se dio a conocer como participante de Top Chef, mantiene que, junto a su socio, quiere hacer algo diferente: «Van a ver platos que vuelan, platos invisibles, mucha técnica, pero también mucho producto». Con ese precedente nos lanzamos a descuartizarlo.
#SALADEDESPIECE
1- JOAQUÍN SCHMIDT. FUERA DE GUIÓN
2- MANUEL ALONSO. EXTRA DE PASIÓN
3- ABRAHAM GARCÍA. RE/VERSO LIBRE
4. CARLOS MEDINA. COCINA ELÉCTRICA
(Reportaje fotográfico: Damián Torres/LP)
EXTREMIDADES
A lo Mazinger Z, puños fuera. ¿Hacia dónde?
Hacia los blogueros que no saben de gastronomía.
¿Dónde meterías un dedo?
En una salsa que esté muy buena.
¿Negarías la mano a…?
A nadie. El rencor es de gente poco inteligente.
¿A quién te hubiese gustado dársela?
Nunca he tenido un ídolo gigantesco y a quien lo he considerado como tal se la he podido dar.
¿Haces pesas? Nunca. El único ejercicio es levantar el cuchillo.
Te pones de puntillas, ¿bailarías ballet?
Me pongo de puntillas constantemente porque soy muy bajito. Hago ballet todos los días.
Tus zapatos mágicos…. Cuando era pequeño, unos de charol negro que me decía mi madre que no me quitaba para nada. Me los ponía con el chándal, cuando llovía, cuando no…
¿Quién te dio un puntapié?
Mucha gente.
Hablando de dar patadas, ¿charlamos de fútbol?
No me gusta.
Pues sin hablar de fútbol, ¿qué te sugiere la palabra pelota? O pelotas.
Una esferificación.
TRONCO
Tatúate algo en el tronco.
Tengo los brazos tatuados con palabras japonesas.
Los marineros se tatuaban sirenas.
La mía sería un espeto malagueño.
Cocina algo con riñones, pulmones…
Creo que buscaría el corazón. Hecho a baja temperatura, rollo anticucho, es una maravilla.
¿Qué otra parte del cuerpo te gusta cocinar?
De cuerpo humano no he comido… Lo que más me ha gustado, y me gustaría poder cocinar, es el semen de bacalao. Es de lo más delicioso que he probado. En Japón.
¿Te miras el ombligo?
Últimamente sí, porque me ha salido barriga
¿Los chefs estrella se miran mucho el ombligo?
Creo que más que ellos, quienes les llevan las redes sociales.
¿Por qué sacarías pecho?
Porque la gente pase hambre y por la alimentación en los colegios, que creo que es pésima.
¿Por quién te lo partirías?
Supongo que me lo partiría por mi madre.
Mi plato preferido el pasado año es del Celler de Can Roca. ¿El tuyo?
Uf… casi todos los días como en restaurantes. Creo que unas croquetas de pulpo que hacemos nosotros. Es un poco ególatra pero…
¿Con qué maltratas o maltrataste tu hígado?
El otro día, con un chupito de mezcal.
CORAZÓN
Te abro en canal, ¿qué encuentro en tu corazón?
Un montón de cocina, de libros, de recetas…
¿Quién te lo partió?
Mi carnicero Rafa. (Ríe) No quiero hablar de amores.
Con el corazón en la mano, ¿Top Chef fue bueno o malo?
Cincuenta por ciento bueno y cincuenta por ciento malo.
Con el corazón en la otra mano, ¿qué tal cocinero eres?
Soy muy diferente al resto, partiendo de la base que no puedo leer comandas porque tengo una dislexia de tres pares de cojones.
Cuando tu corazón era pequeño, ¿qué soñabas ser?
Con ser notario, aunque mi madre me decía que quería ser camarero.
La película que te puso el corazón a mil.
Lobster
¿Y cuándo se te desbocó?
Ayer en las escaleras.
CABEZA
Haz de Salomé, pídeme la cabeza de alguien.
La de todos los políticos sin excepción. Todos son una panda de ladrones.
¿Qué me servirías tú en una bandeja?
Si fuera de plata, una langosta tournedo con sus mantequillitas y sus brócolis y zanahorias mini; todo muy francés y clásico.
Movamos las neuronas: ocho por ocho.
Ostras…64. ¿no?
¿Qué sueño se fragua?
Mi restaurante. Leche eléctrica.
¿Qué sueño se te escapó?
Todo lo que me propongo lo acabo consiguiendo.
La cabeza de qué cocinero te gustaría tener …
Sería una mezcla de Ferran Adrià, Eduard Xatruch, Mateu Casañas, Oriol Castro, Diego Guerreo, Dani García, Andoni Luis Aduriz…
El peluquero te pregunta: ¿qué tal todo?
Bien. No soporto a quien siempre dice que todo mal.
Saca la navaja de afeitar, te la pone en el cuello y exige tu secreto.
Le diría que tengo miedo a la sangre. Y es cierto.
Ponme la miel en la boca. Dame el titular.
Que voy a abrir un restaurante en Valencia.
Carlos Medina. FotografÍa de: Damian Torres
AUTOREPLATO
«Para no hacer una descripción de mí mismo, te diría la que hace mi pareja, Laura, de mí. Dice que soy un tío raro, muy listo y que necesita centrarse a veces. Creo que soy así. Una persona creativa, que sueño con hacer muchas cosas y que algunos las ven como una locura». Explica su plan de crear platos que vuelan, de que la tecnología lo permite y que, cuando lo cuenta, hay quien le dice que está «como una cabra». Aunque el tiempo, le avala. O le avalará. De momento, habla de proyectos que danzan. «Disfruto muchísimo con lo que hago y soy increíblemente feliz. Cuando llegan los viernes, ahora que trabajo entre semana, me digo: qué pena». Carlos se dibuja, él tan transgresor, como un clásico: gorro, sartén en la mano y huevo frito chapoteando. Éste es su AUTOREPLATO
