Cuesta creer que un colectivo de aficionados a las armas presuma de no marcar el 091 o fomente que no se colabore con la Policía Nacional, pero es realmente lo que podemos interpretar cuando se entrega un trofeo con este lema en la gala de la Federación de Tiro Olímpico del Principado de Asturias con su presidente Miguel Francés Pumarada a la cabeza.
Los cerca de 40 deportistas que fueron galardonados en este acto recibieron una estatuílla con dos revólveres que rodean la frase textual: “No marcamos el 091”. Algunos de los socios federados mostraron su indignación al entender que era un mensaje para los partidarios de resolver problemas o conflictos con las armas que poseen como deportistas, sin recurrir a los cauces legales establecidos y al auxilio o mediación de la sala del 091, y por ende, de la Policía Nacional.
La sociedad violenta en la que vivimos no necesita dirigentes de una federación deportiva que defienda a los pistoleros en su acepción más negativa. Las personas de gatillo fácil no tienen cabida en el tiro olímpico. Varios de los galardonados no se llevaron a casa el trofeo y lo dejaron sobre la mesa, como protesta, cuando finalizó la gala en un conocido complejo hostelero de Gijón.
Hay personas que consideran el tiro olímpico un deporte violento o de pistoleros por el hecho de utilizar armas de fuego, pero se equivocan tanto como los dirigentes de la Federación de Tiro Olímpico del Principado de Asturias.
Como su nombre indica es un deporte olímpico que pone a prueba la precisión y concentración en el manejo de un arma de fuego. Y la inmensa mayoría de sus practicantes, por no decir todos, sí que marcan el 091.
Yo también llamo al 091, 062 y 092, los teléfonos de emergencia del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y Policía Local, respectivamente, para alertar de situaciones de riesgo y prevenir la comisión de delitos.
Cuando sospecho que un comerciante o vecino magrebí puede ser un ‘lobo solitario’ del yihadismo porque ensalza en público a los terroristas que cometieron los atentados de París o Bruselas, yo marco el 091.
Cuando escucho gritos y golpes procedentes de una vivienda donde un hombre presuntamente maltrata a su mujer, yo marco el 091.
Cuando veo un coche con la ventanilla forzada o la puerta de una casa o comercio con señales de violencia, yo marco el 091.
Cuando detecto pornografía infantil en una web o en programas de intercambio de archivos, yo marco el 091.
Cuando me encuentro a un niño o a un anciano perdido en la calle, yo marco el 091.
Cuando sospecho que en una vivienda o un parque trapichean con droga, yo marco el 091.
Cuando veo una pelea en la calle o a un individuo que persigue a otro con un arma en la mano, yo marco el 091.
Cuando un fin de semana o de madrugada escucho golpes en la pared o ruidos extraños, pienso que pueden estar cometiendo un robo con el método del butrón y marco el 091.
Cuando un intruso trata de entrar en mi casa o soy víctima de un hurto o un robo con intimidación en la calle, yo marco el 091.
Cuando sorprendo a un carterista en el metro o en un mercadillo, yo marco el 091.
Y en definitiva, cuando considero que una llamada a la policía puede prevenir un delito yo marco el 091 o el 112, el teléfono que gestiona la asistencia más inmediata ante cualquier situación de riesgo personal o colectivo en España.