LA DISFUNCIÓN ERECTIL
Introducción
La disfunción eréctil (DE), en ocasiones denominada “impotencia”, utilizando el genérico que tiene un más amplio sentido, es la incapacidad recurrente de lograr o de mantener una erección lo suficientemente firme como para mantener una relación sexual. El término impotencia también hace referencia a otros problemas que interfieren en la relación sexual y la reproducción, como la falta de deseo sexual y los problemas con la eyaculación o el orgasmo y la fertilidad. La disfunción eréctil no implica esos problemas.
La DE, puede suponer incapacidad total para lograr la erección, incapacidad relativa para logarlo o cierta tendencia a tener solo erecciones breves. Estas variaciones hacen difícil definir el DE y calcular su incidencia. Hacia 1999, la incidencia aumentó gradualmente hasta que se fueron poniendo a disposición de la población tratamientos tales como los dispositivos de vacío y medicamentos inyectables. Posiblemente fuera un hito importante la introducción de un medicamento por vía oral, el citrato de sildenafil (Viagra).
En varones mayores, la DE tiene generalmente causa física, como puede ser una enfermedad, lesión, o los efectos secundarios de ciertos medicamentos. Cualquier trastorno que cause una lesión en los nervios o que deteriore el flujo de sangre al pene puede producir DE. La incidencia aumenta con la edad. Sobre el 5 por ciento de los hombres de 40 años y entre el 15 y el 25 por ciento de los hombres de 65 años pueden experimentar DE. Pero esto no es regla. De hecho, la DE es tratable a cualquier edad y cada día más hombres buscan ayuda, logrando volver a tener una actividad sexual normal gracias a los nuevos tratamientos.
¿Cómo se produce la erección?
Las arterias y venas entran en unas cavidades largas y llenas que se sitúan a lo largo del pene, los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso. La erección ocurre cuando los músculos allí presentes se relajan permitiendo que los cuerpos cavernosos se llenen con sangre que llega por las arterias, mientras que se bloquea la salida de sangre a través de las venas.
El pene tiene dos cámaras llamadas cuerpos cavernosos, que ocupan a lo largo el órgano. Las cámaras están llenas de un tejido esponjoso rodeado por una membrana, llamada túnica albugínea. El tejido esponjoso contiene músculos lisos, tejido fibroso, huecos, venas y arterias. La uretra, que es el canal para orinar y eyacular, sigue a lo largo por debajo de los cuerpos cavernosos.
La erección comienza con la estimulación mental y/o de los sentidos. Los impulsos del cerebro y los nervios locales hacen que los músculos de los cuerpos cavernosos se relajen, permitiendo que fluya la sangre y llene los espacios. La sangre crea presión en los cuerpos cavernosos, haciendo que el pene se expanda. La túnica albugínea ayuda a atrapar la sangre en los cuerpos cavernosos, manteniendo la erección. Cuando los músculos del pene se contraen para parar el flujo de entrada de la sangre y abrir el flujo de salida de los canales, la erección desaparece. Al mantenimiento del pene erecto también contribuye el ligamento suspensorio del pene.
¿Qué produce la disfunción eréctil?
El proceso requiere una secuencia que incluye impulsos cerebrales, espinales y del área próxima alrededor del pene, además de la respuesta de los músculos, tejidos fibrosos, venas, y arterias de los cuerpos cavernosos. La causa más frecuente de DE es la alteración de los nervios, arterias, músculos lisos y tejidos fibrosos, muchas veces como resultado de una enfermedad. Enfermedades como la diabetes, enfermedades del riñón, alcoholismo crónico, esclerosis múltiple, ateroesclerosis, enfermedad vascular y enfermedades neurológicas son responsables de alrededor del 70 por ciento de los casos de DE. Entre el 35 y el 50 por ciento de los hombres con diabetes sufren de DE.
La cirugía también puede causar DE, especialmente la cirugía radical de cáncer prostático que puede lesionar los nervios y las arterias próximas al pene. Una lesión en el pene, la columna vertebral, la próstata, la vejiga o la pelvis puede dar lugar a DE por lesión de los nervios, músculos lisos, arterias y tejido fibroso de los cuerpos cavernosos.
Muchos medicamentos, como algunos para la hipertensión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes, supresores del apetito y la cimetidina (utilizada para la úlcera), pueden producir como efecto secundario la DE.
También se considera que factores psicológicos como el estrés, la ansiedad, la culpa, la depresión, la baja autoestima y miedo de fallar en el sexo producen entre un 10 y un 20 por ciento de casos de DE. Otras causas posibles son el tabaquismo y algunas anomalías hormonales, como la insuficiencia de testosterona.
¿Cómo se puede tratar la disfunción eréctil?
Habitualmente se procede con medidas que van de las menos intervencionistas a las más. Así, lo que se considera en principio es la interrupción de cualquier medicamento que pueda ser el causante. Después con la psicoterapia y las modificaciones del comportamiento, seguidas de la utilización de dispositivos de vacío, medicamentos por vía oral, medicamentos inyectables y diversos dispositivos que se implantan quirúrgicamente y, en casos refractarios, las intervenciones quirúrgicas en las venas y en las arterias.
a) La psicoterapia:
Para tratar la impotencia producida por causas psicológicas a menudo se utilizan técnicas que sirven para disminuir la ansiedad asociada con el coito. La pareja del paciente puede ayudar a aplicar las técnicas que incluyen el aumento gradual de la intimidad y la estimulación. Dichas técnicas también pueden ayudar a disminuir la ansiedad cuando se está tratando la impotencia física.
b) Los medicamentos:
Los medicamentos pueden ser tomados por vía oral o ser inyectados directamente en el pene. En algunos hombres que tienen concentraciones bajas de testosterona, administrada oralmente puede disminuir la impotencia. En otros pacientes dan resultado otros medicamentos orales, como el clorhidrato de yohimbina, la dopamina, los agonistas de la serotonina y la trazodona, aunque algunas de las mejorías que se observan después de usar estos medicamentos pueden deberse al llamado efecto placebo, es decir, por autosugestión.
También se utiliza la inyección de medicamentos en el pene, lo que hace que se llene de sangre. Medicamentos como el clorhidrato de papaverina, la fentolamina y la prostaglandina E1 ensanchan los vasos sanguíneos, pero estos medicamentos pueden producir efectos secundarios indeseables, especialmente priapismo (erección persistente) y la deformación por cicatrices. La nitroglicerina, como es relajante muscular, puede a veces facilitar la erección frotada sobre la superficie del pene.
c) Los dispositivos de vacío:
Hay dispositivos mecánicos de vacío que producen la erección al crear un vacío parcial alrededor del pene, lo cual hace que se llene de sangre. Éstos dispositivos constan de tres componentes: un cilindro de plástico en el cual se introduce el pene, una bomba que extrae aire del cilindro y una banda elástica que se coloca alrededor de la base del pene para mantener la erección una vez que se retira el cilindro y durante el coito, impidiendo que la sangre fluya de regreso al cuerpo. Una variante del dispositivo de vacío consiste en una vaina semirrígida de goma que se coloca sobre el pene tras lograr la erección, manteniéndose allí durante el coito.
d) La cirugía
El tratamiento quirúrgico suele tener alguno de los siguientes objetivos: Implantar un dispositivo que pueda causar la erección, reconstruir arterias para aumentar el flujo sanguíneo hacia el pene o bloquear las venas que permiten que la sangre retorne desde los tejidos del pene.
Los dispositivos implantados o prótesis pueden restablecer en muchos casos. Los principales problemas que pueden producir los implantes son el fallo mecánico y las infecciones. Los problemas mecánicos van disminuyendo en los últimos años gracias a las mejoras técnicas. Los implantes maleables consisten en un par de varillas que se insertan quirúrgicamente en los cuerpos cavernosos. El paciente ajusta manualmente la posición del pene y, por lo tanto, de las varillas. El ajuste no afecta el grosor ni la longitud del pene.
Los implantes inflables consisten en un par de cilindros que se insertan quirúrgicamente en el pene y se pueden expandir usando un líquido a presión. Los cilindros se conectan por tubos a un depósito para el líquido y una bomba, que también se implantan quirúrgicamente. El paciente hincha los cilindros oprimiendo la pequeña bomba, situada por debajo de la piel del escroto. Los implantes inflables pueden aumentar un poco la longitud y el grosor del pene. También permiten que el pene tenga un estado más natural cuando no está erecto.
La cirugía arterial puede disminuir la impotencia causada por obstrucciones que impiden el flujo de sangre hacia el pene. Los pacientes candidatos para este tipo de intervención son los jóvenes con bloqueo aislado de una arteria a causa de una lesión en la zona genital o una fractura de la pelvis. La operación tiene menos éxito en hombres de mayor edad que presentan un tipo de bloqueo más difuso.
En las intervenciones en las venas por las que la sangre sale del pene, generalmente son un procedimiento contrario, es decir, bloquear intencionalmente la salida de sangre. El bloqueo o ligadura de las venas puede reducir la salida de sangre responsable de la disminución de la rigidez del pene durante la erección. Hay dudas sobre la eficacia de esta operación a largo plazo.
e) Investigaciones esperanzadoras:
Los adelantos en la búsqueda de nuevos medicamentos inyectables, la mejora de los implantes y de los dispositivos de vacío, van ampliado las opciones para poder tratar con éxito este tipo de problemas. Esto va aumentando la cantidad de hombres que buscan tratamiento.
Actualmente se halla en etapa experimental un nuevo tratamiento, a base de una bolita que se puede introducir por la punta del pene. Dicha bolita libera un medicamento que estimula los tejidos eréctiles y produce una erección temporal, con ello se evita la inyección.
d) Viagra:
En 1998, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el medicamento llamado Viagra, que fue la primera píldora para tratar la impotencia sexual masculina por vía oral. El Viagra actúa facilitando el aflujo de sangre en el interior del pene. Nada tiene que ver con los tratamientos en supositorios o en inyecciones, que producen la erección directamente. El paciente que toma Viagra no tendrá erección a menos que esté sexualmente excitado.
Viagra fue sometido a prueba en más de 3.000 hombres que presentaban diversos grados de impotencia y por distintas causas, entre ellas la diabetes, lesión de la médula espinal e intervención de la próstata. En algunos de ellos no se pudo identificar una causa orgánica de la DE. Otros participantes del estudio padecían problemas como hipertensión y algún tipo de coronariopatía. Los investigadores evaluaron la eficacia de Viagra formulando preguntas concretas sobre su función sexual a los hombres participantes en el estudio. Los varones que recibieron Viagra tenían muchas más probabilidades de presentar erecciones que les permitían mantener la cópula en comparación con los que recibieron un placebo (cápsulas con azúcar). Los individuos que padecían diabetes o habían sido operados de la próstata tenían una menor respuesta.
El paciente debe tomar una dosis de 50 mg de Viagra una hora antes de la actividad sexual. El médico puede duplicar la dosis o reducirla a la mitad, dependiendo de la eficacia del medicamento y de los efectos colaterales. Algunos pacientes que participaron en las pruebas de Viagra refirieron dolores de cabeza, enrojecimiento del rostro e indigestión. Dichos efectos colaterales aparecieron con una frecuencia ligeramente mayor en los hombres que tomaron Viagra, en comparación con los que recibieron el placebo. Algunos pacientes tratados con Viagra informaron que se había alterado su percepción de los colores, pues no podían distinguir entre el verde y el azul, aunque este efecto colateral es reversible, desapareciendo al dejar de tomar el medicamento. Viagra no debe usarse a la vez que los parches o comprimidos sublinguales de nitroglicerina, pues su combinación puede producir hipotensión importante.
Dr. Carlos Gener Galbis