No fue un espejismo. La segunda temporada de ‘El Ministerio del Tiempo’ he demostrado que lo que pensamos tras ver los primeros episodios era real. Estamos ante una gran serie, que tiene un recorrido enorme ante sí. Después de una primera tanda de ocho episodios la ficción de los hermanos Olivares regresó este año para demostrar su fortaleza, que su riqueza narrativa está por encima de los personajes, que sus posibilidades son enormes, que puede reinventarse cuantas veces quiera y que sabe coquetear con géneros distintos (comedia, thriller, aventuras…) sin perder su identidad.
Todo esto ha quedado claro en un curso en el que la serie ha sobrevivido a la salida temporal de uno de sus personajes principales y a la llegada de otro, ha coqueteado con tramas más personales entre los distintos agentes, y se ha enfrentado a varios capítulos-reto (como el que se desarrolló entero en el Ministerio ante la amenaza de una gripe o los dos dedicados a los últimos de Filipinas, que casi eran una película).
Por encima de todo ‘El Ministerio del Tiempo’ revalida su vocación de entretener, de instruir y de despertar la curiosidad del espectador, de ese espectador que se ha acercado los lunes a TVE y que se ha sentido orgulloso de su emisora pública. Algo que no ocurre, por desgracia, muy a menudo últimamente. El último episodio ha brillado especialmente, tanto por el pretendido homenaje a los derechos adquiridos, así como a la evolución de la mujer, como por la destreza con que la ficción combina y sortea los espacios temporales.
Tal y como hicimos con los capítulos anteriores repasamos a continuación algunas lecciones que nos ha dejado la segunda tanda de episodios y con los que nos quedamos a la espera de más. Porque todos esperamos que haya más…
1. La leyenda del Cid
Que es muy diferente la historia del Cid que la que se cuenta en el Cantar lo sabíamos todos, pero la serie de TVE fue un paso más allá y nos descubrió que en realidad Rodrigo Díaz de Vivar fue un impostor. Un impostor de buen corazón, eso sí. Un funcionario acabó por error con su vida y se hizo pasar por él para que la historia no cambiase. Y casi, casi lo consigue… El héroe nacional también tuvo sus sombras.
2. La rivalidad entre Cervantes y Lope
A Lope lo conocíamos, al Lope de ‘El Ministerio del Tiempo’, conquistador insaciable que lo mismo gusta a las de su época que a las de otras. Volvimos a encontrarnos con él para conocer la rivalidad que existía con otro de los grandes escritores de nuestra literatura, Cervantes. Al padre del Quijote lo descubrimos como alguien inseguro e incapaz de valorar la obra que escribió y que ha sido capital para la lengua castellana. Los celos y las envidias entre ambos quedaron de manifiesto en un episodio.
3. El deseo de Houdini
‘El Ministerio del Tiempo’ cumplió el deseo de uno de los escapistas más célebres de todos los tiempos, Houdini. El mago, capaz de llevar adelante toda clase de sorprendentes trucos, siempre quiso volver a ver a su madre. Podía hacer desaparecer cualquier cosa o escaparse de la trampa más enrevesada pero su gran deseo se le resistía. Amelia lo llevó a Hungría para que se quitase esa espinita de encima.
4. La virulencia de la gripe española
40 millones de personas murieron a causa de la gripe española en 1918 en lo que se consideró la pandemia más grande de la Historia. Tal vez muchos espectadores desconocían ese dato hasta que en la serie se contagian varios funciones y el Ministerio tuvo que entrar en cuarenta ante el riesgo de que el virus se propagase de nuevo y las consecuencias fueran fatales.
5. Los últimos, últimos de Filipinas
No es un decir. Fueron los últimos soldados españoles que quedaron en Filipinas antes de que consiguiese la independencia. Nadie se acordaba de ellos y prácticamente los dejaron a su suerte. La serie rindió homenaje a aquellos hombres que en el verano de 1898 quedaron sitiados en la iglesia de la aldea de Baler cuando este país dejó de ser territorio español.
6. Pocos actores como Al Pacino
La ficción de TVE nos enseña historia de la que sale en los libros, pero también historia de la que se habla en las calles. Y no hay duda de que Al Pacino es historia viva gracias a papeles en títulos como ‘El Padrino’, ‘Tarde de perros’, ‘Scarface’ o ‘Melodía de seducción’. Y, por supuesto, por ‘Serpico’, filme de Sydney Lumet que reivindica como referente policial el nuevo agente que llegó al Ministerio.
7. Los cortes de Felipe V
Fue el primer rey de la Casa Borbón en España, fomentó el desarrollo cultural de este país y fundó, entre otras, instituciones la Real Academia Española y la Real Academia de la Historia, y luchó contra la corrupción. Son tres datos que las biografías del monarca destacan, pero la serie nos acercó a su figura en franca decadencia, cuando la enfermedad mental se apoderó de él y lo mismo se hacía pasar por muerto que por rana.
8. Las desconocidas SinSombrero
Mira que se ha hablado y recordado a la Generación del 27. Pero sólo a los hombres que formaron parte de ella. También hubo mujeres, que cayeron en el olvido y en la invisibilidad. ‘El Ministerio del Tiempo’ reparó en ella y nos contó que firmaron trabajos tan interesantes como Lorca, Buñel o Dalí y que recibieron ese nombre porque tuvieron el valor de quitarse el sombrero en público pese a las consecuencias que este acto tenía en la época.
9. La procedencia de Colón
Es uno de los personajes más célebres de la historia de España como descubridor de América, tierra que halló al servicio de la Corona de Castilla. El Nuevo Mundo se lo debemos a este navegante, cartógrafo y almirante, del que conocemos muchos datos, pero no su procedencia. La respuesta oficial sigue siendo que era de Génova, pero de vez en cuando surge una teoría que señala otro lugar. Gracias a los agentes estuvimos a punto de confirmar el verdadero enclave en el que nació, pero nos quedamos con las ganas.
10. La primera Constitución Española
Mucho cuidado con Felipe II, que está dispuesto a llegar hasta nuestros días para salirse con la suya y de paso arrebatar muchos derechos civiles logrados. Las consecuencias pueden afectar incluso a la Constitución de 1812, la Pepa, la primera que se promulgó en España y que podría no haberse aprobado nunca… Como el PP y el PSOE se enteran de que un rey quiere cambiar una Constitución les da algo.
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