Esta semana se ha vivido lo más parecido a un reencuentro de los actores de ‘Friends’ que ha ocurrido desde que la emblemática serie terminó hace doce años. Cinco de los clientes habituales del ‘Central Perk’ se reunieron, no para tomar café sino para asistir a la grabación del programa especial que la cadena americana NBC prepara (se verá en febrero) para homenajear al director James Burrows, tras haber dirigido 1.000 episodios en televisión de títulos míticos como ‘Cheers’, ‘The Big Bang Theory’ y, por supuesto, ‘Friends’, entre otros. Fueron los de Sheldon Cooper quienes colgaron la primera foto en el que se ve a casi todos los ‘Friends‘.
Casi todos, sí. Falta Matthew Perry, o lo que es lo mismo Chandler, que no pudo asistir al estar ensayando una obra de teatro, ‘The End of Longing’, en Londres. ¡Oh, dios mío! Fue él quien rompió las ilusiones de los seguidores de la serie, que se emocionan cada cierto tiempo cuando corre el rumor de que los protagonistas van a reencontrarse para rodar algún tipo de especial. Pero este nunca llega. Esta vez ni siquiera se trataba de una reunión oficial, sino que los actores iban a participar en un tributo a un realizador de la emisora. Pero aún eso despierta expectación.
¿Pero por qué estamos tan necesitados de un reencuentro de ‘Friends’? ¿Obsesión seriéfila? Tal vez. La mayoría de ‘remakes’ o continuaciones de producciones célebres (y no será porque haya pocas últimamente) son recibidas con escepticismo y reparos. Siempre existe el temor de que se estropee o de que se desdibuje el buen recuerdo que queda del original. Algunas incluso se las aguarda con pereza, como fue el caso de ‘Héroes‘ y como pasará ‘Prison Break‘, sin duda. Sin embargo con esta ‘sit-com’ los fans no se cansan de pedir que vuelva, aunque sólo sea para un ratito. Hay mono de ‘unagi’, ‘smelly cats’ y ‘trifles’.
A ‘Friends’ se le debe reconocer la capacidad que tiene de empatizar con la audiencia. Lo hizo con los que la vieron en los 90 y lo ha hecho con todos los que han venido después, porque la ficción no ha dejado de repetirse y ha conseguido de este modo renovar y sumar espectadores. Con Monica, Chandler, Joey y compañía se sienten identificados jóvenes, mayores y niños. Y eso es algo que muy pocas series logran. Envejecer tan bien es complicado. Y ellos lo han conseguido. Sin cirugías ni liftings. Los gags continúan funcionando de maravilla. Aunque los hayamos visto 100 veces.
Cuando las parejas se toman un descanso se acuerdan de Ross y Rachel, pero si se van a divorciar sólo lo hacen de Ross. Y por culpa de este personaje siempre que vamos a una boda tememos que el novio diga sin querer el nombre de su exnovia en lugar de la que está en el altar. Si alguien es muy maniático con el orden y la limpieza diríamos que se parece a Monica y si engulle comida como si no hubiese un mañana le llamaríamos Joey y nos entendería perfectamente. ‘Friends’ consiguió meterse en nuestras vidas y muchas experiencias que los protagonistas vivieron las sentimos como si fuesen nuestras, como si los espectadores hubiésemos residido en uno de esos apartamentos del Greenwich Village de Nueva York. Y qué decir de algunas frases a las que ya recurrimos con frecuencia como quien cita a un escritor o a un cantante. O de las lecciones que dejó en el camino. Porque, sí, querido Ross, no es tan común, no le sucede a todos los hombres y es un gran problema, sí. He ahí uno de los principales triunfos de la comedia de la NBC: haber pasado a formar parte del acervo popular.
Después han llegado otras comedias, pero ninguna nos ha hecho olvidar a aquella. Ni ‘Cómo conocí a vuestra madre’, ni ‘30 Rock’, ni siquiera ‘Modern Family’. Es muy complicado que una serie cómica produzca tanto enganche y fidelidad como consiguió ‘Friends’. Y más hoy en día en que los términos comedia y drama se mezclan y la mayoría de propuestas resultan ambiguas. ‘Friends’ fue la última serie pura y enteramente cómica. Después ha habido intentos, pero ninguno tan bueno. Y doce años así pesan.
Si algún reparto ha resultado compacto y bien avenido ese es el de ‘Friends’. En la mayoría de series siempre se cuelan personajes que no caen bien a todo el mundo. Eso con los de Central Perk no sucedía. Podía gustarnos uno más que otro pero ninguno nos hacía sentir rechazo. Los seis lograron que nos encariñáramos con ellos. Incluso con los que aparecían esporádicamente. ¡Incluso con Janice! Acertar de pleno con un reparto es una carambola difícil de repetir. Por eso hay tanto interés en verles de nuevo en un mismo plató.
No es el único elenco emblemático pero con otros recientes surgirían peros a la hora de recuperarlos. Ahí está por ejemplo el de ‘Perdidos’, también muy aplaudido. Pero aquella serie tuvo un final tan discutido que no querrían que volviese ni los que quedaron satisfechos ni los que no. Al de ‘Cómo conocí a vuestra madre’ se le debe reconocer mérito, el problema de esta producción es que se alargó tanto que produjo hartazgo hasta en los defensores acérrimos. Con ‘Sexo en Nueva York’ el pecado llegó con las películas, que fueron tan malas que dejaron pocas ganas de nuevos experimentos. Otras como ‘Mujeres desesperadas’ se considera que tuvieron un cierre correcto y poco podrían aportar más. No hay más historia que contar.
Los de ‘Friends’ son un valor seguro. No decepcionaron durante diez años. Eso es un récord. Cierto es que en las dos últimas temporadas ya se dieron síntomas de cansancio, pero aún así fueron mejor que muchas series recién estrenadas. Así que por malo que fuese lo que se inventasen la mayoría de los seguidores tienen confianza absoluta en disfrutar sólo con ver a los seis protagonistas reunidos. Si algo tienen los ‘friends-friendly’ es fe, mucha fe.
Y también cierto morbo, la verdad, eso también tienen. Han pasado doce años y aunque de todos hemos seguido recibiendo noticias volver a verles en acción, interactuando, despierta mucha curiosidad. ¿Será cierto que quien tuvo retuvo? ¿Habrá ahora choque de egos? ¿Se considerará alguno más estrella que otro? ¿Habrán perdido el encanto? Son preguntas que cualquier seguidor se pregunta cuando los ve en solitario en otros proyectos.
Aunque no de los seis sí han propiciado encuentros puntuales. Jennifer Aniston ha acudido, por ejemplo, a las series en las que ha participado Courtney Cox , ‘Dirt’ y ‘Cougar Town’. Por esta última también pasaron Matthew Perry y Lisa Kudrow. La sin par Phoebe fue protagonista de ‘Web Therapy’ y recibió como pacientes a David Schwimmer y Matt Leblanc. Por su parte Cox devolvió la visita a Perry en ‘Go on’. Con todo, el homenaje más celebrado fue el que realizaron las chicas en el plató original para el programa de Jimmy Kimmel.
¿Pero por qué no hay reencuentro de verdad? Un especial para conocer qué pasó con los personajes. Nadie duda de que la propuesta conseguiría audiencias importantes. Pero ¿sería rentable? Tal vez no. Los sueldos de los actores ya fueron estratosféricos en los últimos episodios (los chicos del millón de dólares) así que la inversión para reunir a todos y que recuperasen sus roles debería ser grande. ¿Y si el hecho de que falle alguno siempre no es casualidad y esté planificado? Quizá sea la baza que se quieran guardar algunos para cuando vengan tiempos peores. En cualquier caso la guionista y creadora de la serie, Marta Kauffman, ha declarado en muchas ocasiones que no tiene interés en retomar su gran éxito, ya que no sabría qué más contar.
¿Será verdad? La duda siempre quedará en el aire y ninguna declaración oficial reducirá las ganas de que algún día se vuelvan a encontrar por Manhattan Chandler, Ross, Rachel, Phoebe, Monica y Joey y este último diga aquello de “¿Cómo va eso?”
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