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Jesús Trelis

Historias con Delantal

EL SUEÑO GASTRONÓMICO DE VALENCIA

 

Seguir a míster Cooking: @JesusTrelis

 Hoy mister Cooking es Valencia Capital Gastronómica 2015

🙄

Trepé silencioso hasta colocarme junto a la Cotorra del Mercat. Nos abrazamos a más no poder. “¡Cuánto tiempo sin verte, querida!”, le dije quitándome el antifaz de superagente. “¡Cooking! Te veoooo…”, titubeó. “Más mayor”, le aclaré a bocajarro para evitar que empezara a cebarse con mi alopecia galopante. “¿Nos tomamos un bocata en Camarena?”, me dijo. Era mucha la tentación pero, estaba de servicio.

“Tengo misión”, le expliqué. “Se está gestando otro sueño por estas tierras y tengo que sondear qué posibilidades hay de que sea realidad”, le añadí. Ella se hizo la remolona, pero  sabía demasiado de qué le hablaba. Al tiempo me susurró a lo bajini: “Ya sabes, los chicos de la Revolución de las Cucharas no paran…”. Entonces, me tendió sus alas como abrazándome y guiñándome un ojo me dijo que me iba a ayudar a descubrir que ese sueño que emerge es posible. “Sí, claro que Valencia debe ser Capital Gastronómica”, me gritó con cierto tono de jolgorio.

 

Ella vaticinó: “Lo va a conseguir”.
😆
Yo le maticé:

Pase lo
que pase
lo importante
es que
se hable de
nuestra
gastronomía
 

Y entonces emprendimos vuelo por la ciudad para demostrar que Valencia sí que puede.

Uno/ LOS COCINEROS.  Nada más partir entre las cúpulas del Mercat dimos con esto… La alcaldesa, el conseller, la Federación de Hostelería… todos juntos, todos ellos, en una misma fotografía. Y como columna vertebral de esta historia… LOS COCINEROS.

 

El  gran Ejército del Delantal había activado la maquinaria para llenar de hechizos la ciudad y lograr convertir Valencia en la Capital de la Gastronomía.  Y sobrevolando las cúpulas del Mercat lanzamos flashes y más flashes en busca de esas sonrisas que impulsen el nuevo sueño gastronómico…

  (Alejandro Platero y Víctor Rodríguez… dos motivos por los que Valencia lo merece)

 

“No están todos…”, me dijo la cotorra. “Normal, es una mera foto… pero todos apoyan”, le remarqué. Ella cotorreó amplias sonrisas, a modo de decir que sí, mientras, allí abajo veíamos aVicente Patiño, a Alejandro del Toro, a Enrique Medina, al bueno de Steve Anderson, a Carito Lourenço y a Germán… “Me cae muy bien toda esta gente”, le solté al pajarraco dicharachero.

 

“Anoche estuve con Enrique en Apicius y fue como volar… por lo que hace y por cómo es él e Yvonne…”, le dije. “Bueno… ahora estás con la candidatura, ya me lo contarás”. Asentí con la cabeza mientras en mi pensamiento volaba -como una cotorra- ese pichón reposado que tan feliz me hizo y que bien valía una Valencia Capital Gastronómica 😀

Volamos hasta el restaurante de Julio, ese renombrado Ciro que ahora prepara una apasionante historia de un reencuentro (estaremos atentos),  hasta Kaymus (otra asignatura pendiente), hasta Quique Barella, a Q’Tomas para ver a Sergio Giraldo jugando con un lomo alto de Kobe…¡Llegamos hasta Mercatbar! “¡Por todos los dioses, que milhojas te sirven allí!”, me contó la cotorra. “Qué sabra ella”, pensé. “No te distraigas, a lo nuestro”, le remaqué…

 

“Mira eso, amiga,  es The Book Restaurant”, le dije desde las alturas. “Estuve el otro día… Estaba lleno”, exclamé con alegría. Ella me habló de Toninya, de Askua y del siempre querido Ricardo Gadea (que ahora tendrá también vía hijos presencia en Madrid), de Venere y de Casa Eladio, de Sierra Aitana y de Alkazar, y Oleo, y de los nuevos Madriles…. y del restaurante del genio de Raúl Cob en El Cabanyal y cómo no, de Casa Montaña, templo gastronómico que te habla de cocina de siempre con el producto como seña de identidad. “¡Oye y si nos tomamos una tortilla en el Alhambra, es la mejor de Valencia”, me tentó. “Tenemos mucho trabajo cotorra”, le contesté. “Además, con esto de que estamos en otoño, no te apetece más unos gazpachos en La Pitanza?”, le sugerí.

Mientras comíamos esos gazpachos manchegos, en mi FACECOOK :mrgreen:  di con una reflexión de Nazario Cano, el chef de La Embajada, que me demostró la calidad y el nivel de nuestros cocineros.

 

 

Sólo juntos se puede lograr. Siempre que impere la HONESTIDAD en la cocina. La VERDAD.   😉 Y eso, en Valencia se está logrando…

 

“Mira, con gente como Víctor Rodrigo esto va a ir sobre ruedas”, me comentó la cotorra al ver a esta estrella televisiva que emerge de la mano de Top Chef. Le  comenté que era cierto y  que su presencia en la televisión, como la de Carlos Medina y antes la de la  grandísima Begoña Rodrigo es otra baza impresionante a tener en cuenta. “Da un poco de pena que tengan que pasar por un concurso para ser reconocidos”, me dijo ella. Lo compartí, pero al tiempo pensé que ellos están ayudando a hacer todavía más bandera de la gastronomía valenciana.

 


Dos/ UNA GRAN FAMILIA. Hablando de Valencia y su gastronomía, recordamos esas cocinas que han mantenido vivo el fuego gracias al relevo familiar. Algunas conocidas y posiblemente otras no tanto…. pero ellas son también un motivo para que Valencia sea Capital gastro.

Por ejemplo, restaurantes como La Pepica donde Hemingway acudía a tomar paella y sangría

Blasco Ibáñez escribía sobre una servilleta.  Sorolla luchaba con unas cigalas. Antonio ‘el bailarín‘ taconeaba sobre el mantel de  una mesa, mientras Manolete gritaba olé … Ava Gadner cotilleaba con Lauren BacalXavier Cugat coqueteaba con una impresionante Abbe Lane. Los Andrés, los Rausell, la familia de La Pepica” (De Historias Con Delantal)

 

Y familias como los Rausell, con José Antonio y Miguel dándolo todo, y su madre todavía en la retaguardia, para mantener viva una aventura familiar gastronómica que refleja a la perfección la gastronomía valenciana. O familias como los Andrés, los hijos de Loles Salvador, que tomaron el relevo de la magia de su madre y, como ya todos saben, han hecho del Grupo La Sucursal un potente emblema de defensa de la Gastronomía.

 

Tres/ ESOS MARAVILLLOSOS PLATOS. “Pero mira…”, me dijo la cotorra. “Ya que mencionamos a los Andrés, sólo por esto nos tendrían que dar la Capitalidad”, me dijo la cotorra. Lo reconocí… arròs amb bledes con la firma de la familia. “Hasta la Reina Sofía se quedó encantada con un arroz de Jorge Andrés”, le recordé…

Y entonces recordamos platos de estos con estrella -porque las estrellas Michelín de Valencia son otro atractivo a añadir a la candidatura- y lloramos juntos recordando los callos falsos del admiradísimo y querido Quique Dacosta, y su arroz ceniza -homenaje absoluto a esta tierra- y sus huevos de oro… (La foto pertenece a Quique Dacosta) (Ya sabes que aunque Quique está en Dénia, en su restaurante El Poblet puedes degustar muchos de sus platos históricos…).

O alguna de las múltiples joyas de Ricard Camarena, la gran estrella de Valencia . “A mi hace tiempo que me tiene el alma conquistada”, le confesé a la Cotorra. Y hablando de Ricard recordé uno de sus platos con magia que, sospecho, huele a otoño y a paseo tranquilo, y monte… trufa y alcachofas que se deshacen en boca, y lágrimas por las mejillas… Este plato por sí solo se merece ser Capital Gastronómica.

Y dos estrellas… tú ya me entiendes!!!

“Te olvidas de las maravillas del Riff”, me soltó la cotorra. “Eso yo no lo olvido nunca”, le maticé. “Nadie como Bernd H. Knöller para captar con esa visión extraordinariamente sabia el espíritu de la cocina valenciana”, le dije. Y sí, recordé su arròs burt (claro!), sus tomates a la antigua, su ceviche valenciano… “qué plato más bello y rico, ¿verdad?!”.

 

 

Cuatro/ EL FUTURO. “Pero sabes que hay que tener además muy en cuenta… la cantera que viene detrás”, le aseguré mientras olfateaba en sueños aquellos platos que algún día tomé. Recordamos el valor del CDT de Valencia, en el que se han formado y crecido gran parte de los cocineros que ahora triunfan. Y de la escuela Gasma, en Castellón, que dirige el gran Jordi Ferrer y será otro punto de formación para jóvenes de Valencia que sueñan con ser cocineros. O la Escuela Gambrinus…   El espíritu de formación también es una baza para ser Capital Gastronómica.

“Bueno, eso si no contamos el auge de las escuelas de cocina de Valencia”, me puntualizó. “La gente se mete en la cocina a través de esos cursos…” El Laboratorio Lab de Ricard Camarena, Tandem Gasronómico, Food and FunLa gastronomía es formación.

 

Cinco/ SIN FRONTERAS. “Pero es que además, Valencia tiene abiertas sus fronteras gastronómicas”, le apuntillé. “Ya no es sólo arroces (divino manjar) y esgarraets; es mucha vanguardia, pero también cocina internacional de verdad”, le expliqué. Y fuimos repasando desde restaurantes auténticos italianos como el Alquimista o Carlo D’Anna a otros con aires nipones como MiJapo, Tastem, Momiji o el grandísimo Komori, uno de los mejores japoneses de España Sin duda. “O mejicanos como Venganza Maliche…..”, me dijo. “No lo conozco aún “, le aclaré.

 

 Una joya de Mi Japo que un día me hizo flotar.

 

Seis/ EL KILÓMETRO CERO. “Otro tema fundamental”, le dije. “Los cocineros cada vez se abastecen más de productos de la propia tierra. Y Valencia es muestra de ello. Le hablé de la labor extraordinaria de Héctor Molina pero también de todos esos agricultores cada vez más concienciados en lograr productos de máxima calidad que acaben colándose en los menús de nuestros chefs. “Imagínate cuando te vas una noche a Vertical… a una Cena de los Sentidos, y te sacan un trozo de pan de maíz ahumado de Jesús Machí“, le expliqué a la Cotorra. Y hablamos del aceite de Lágrima de Viver o el Beluga de Segorbe o la Masia del Altet de Alcoi… O de vinos como los de Mustiguillo -en verdad todo Requena Utiel es un festival- o los de la microvinya a la que se entrega en cuerpo y alma el amigo Juan Cascant en el celler de la Muntanya… “El Mercat central es el mejor proveedor…. Me emociona ver a Bernd Knöller casi todos los días ir de parada en parada… verle comprar por ejemplo el requesón en Solaz para hacer sus higos…”, me confesó mi querida confidente. Producto, tierra, raíces… MOTIVOS para que Valencia sea… Capital Gastronómica.

Siete/APOYO INCONDICIONAL. “Es cierto que todos ellos lo hacen posible, pero también hay que contar con ese apoyo que la propia sociedad está dando a la gastronomía”, me dijo la cotorra. Me pareció que tomaba un  tono serio y oficialista… impropio por estos lares, pero tenía razón. La apuesta incondicional con organismos como la Academia de Gastronomía  es vital para lograr metas como ésta. “Ya sabes que Cuchita es mucha Cuchita”, me dijo la cotorra, en referencia a Cuchita Lluch, presidenta de la Academia. Reí con ganas. “Cuchita es incombustible”, le contesté. “Y su equipo”, le apuntillé. Si ella está en esto, el sueño se hace más creible.

Ocho/ LA CIUDAD. “Pero bueno, querida… vosotros sois uno de los principales motivos por los que Valencia tiene que lograr ser Capital de la Gastronomía en 2015”, le reflexioné. El Mercat Central es el gran escaparate de Valencia. Y juntos vimos cómo la ciudad del Turia se lo empieza a creer y se va enamorando de la gastronomía. De su gastronomía. Con proyectos que ya están cuajados y con los que se están meditando. Como La Marina Real, condenada a ser punto de referencia del ocio. (De momento con el genio de Raúl Alexandre con sus Vinícolas… y pronto con sonoras sorpresas que de momento hay que silenciar. Mercat Colón, El Palmar, El Saler… el espectáculo gastro de Ruzafa, Antic Regne, el Carme… Valencia es gastro!

En Valencia igual te comes una paella junto al mar que puedes subirte al cielo de Vertical y cenar junto a la Ciudad de las Ciencias platos de estrella Michelín. En Valencia te puedes colar en una Cena de los Sentidos con Javier Serrano y flotar, pero tanbién ir a una cata de ostras con Ostrarium y vivir la esencia del mar. Por cosas como estas, la ciudad se lo merece. Pero sobre todo porque ellos, los de la chaquetilla, nos están dando a todos una lección. Trabajo y pasión, iniciativa e imaginación, esfuerzo y sacrificios… empujan un sector que ya es clave en todos los sentidos.

Ellos juntos están haciendo posible que se dibuje en el horizonte un futuro ilusionante

 

😆 😆 😆

 

El reloj del Ayuntamiento marcó la una de la noche. La luna ya casi ni nos miraba. “Chicos, a la cama”, nos soltó la Luna arrogante. “Pase lo que pase, esta nueva aventura servirá para descubrir que nuestra Gastronomía ha logrado convertirse en un hermoso cuento en el que esa tribu del Delantal han dejado de ser la Cenicienta de esta historia  para convertirse en algo así como el hada madrina”, le dije a la cotorra. “O el mago Merlín”, me replicó. Hechiceros de sueños en cualquier caso que, al son de la revolución de las cucharas, se disponen a romper con su magia los maleficios y ayudar a devolver a esta tierra a la senda de las ilusiones.

Y sin que él lo supiera, le robé a Víctor Rodrigo (de nuevo nuestro amigo de Samsha) los patines y me esfumé por la ciudad de regreso al país de la Gastrosofía. Era ya madrugada, llovian estrellas… Begoña Rodrigo corría de regreso a casa con su cabeza repleta de fantasías; Jesús Machí amasaba panes de gloria; Germán Carrizo y Carito Lourenço paseaban su amor tras acabar la jornada en Vuelve Carolina y, en la puerta de ese mismo restaurante, Manuela Romeralo fumaba serena un habano mirando las estrellas. Juntos podemos. 

#valenciacapitalgastro2015

 

PD. El sueño está vivo. Y las ilusiones. Aunque a veces, querido amigo, no podemos evitar que se nos caiga alguna lágrima cuando a alguien de esta gran familia se le returce el alma. Tras el delantal siempre debe mandar el corazón, de lo contrario esto sería un fiasco. Pero esto sólo son cosas mías… cosas de espía… Abrazo amigo 😥

 Y sí, sé que falta mucha gente… perdón de antemano 🙂

 

Cuentos con patatas, recetas al tutún y otras gastrosofías

Sobre el autor

Soy un contador de historias. Un cocinero de palabras que vengo a cocer pasiones, aliñar emociones y desvelarte los secretos de los magos de nuestra cocina. Bajo la piel del superagente Cooking, un espía atolondrado y afincado en el País de las Gastrosofías, te invito a subirte a este delantal para sobrevolar fábulas culinarias y descubrir que la esencia de los días se esconde en la sal de la vida.


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