Mientras afilaba los lápices, él servía el último postre que había creado. “Un mundo de miel”, presentó orgulloso. Era como él: amable al extremo en boca; elegante, como su trato al cliente; sólido en ejecución, como cada paso que da, y casi poético, como el cocinero: a veces fuerte, a veces frágil, pero siempre con ración doble de pasión y con las ideas claras. “Tengo todo planificado hasta 2027”.
1- JOAQUÍN SCHMIDT. FUERA DE GUIÓN
2- MANUEL ALONSO. DOBLE DE PASIÓN
Mira tus manos, ¿qué ves?
Veo esfuerzo, veo trabajo.
Ciérralas, ¿qué atraparías?
El tiempo.
¿Por qué te gustaría hacer el signo de la victoria?
Porque el día de mañana me pueda sentir realizado con todos los proyectos que tengo en mi mente.
Reparte caricias.
A mis padres, primero. Y a mi entorno. Me gusta mimar a amigos, equipo…
Frota la lámpara maravillosa. Sale el genio…
Le pediría salud, trabajo, que mis padres me duraran muchos años.
Vamos a las piernas ¿De qué huyes?
Me gusta ser muy honesto con lo que hago. Saldría corriendo de algo que hiciese sin seguir mis principios.
¿Zapatos o zapatillas?
Prefiero ir descalzo y sentir la libertad, frío, calor…
De un solo salto irías a…
Australia. Me encanta. A Sidney. Quiero volver.
Jesús limpió los pies de sus discípulos.
Es honestidad. Dio el punto de honestidad y limpieza que hay que tener.
Tus pies se ponen a bailar.
Me encantaría hacerlo como Michael Jackson, con ese momento de euforia y subidón que tenía.
¿Los cocineros se miran mucho el ombligo?
En mi caso no me lo miro. O no mucho… Te mentiría si te digo que nunca. Prefiero mirar el entorno.
Te encoge el estómago…
No cumplir las expectativas de alguien que ha venido a mi casa con ilusión.
Alimenta el mío.
Lo haría con lo que llevo dentro:felicidad, alegría, franqueza. Si fuera algo gastronómico, con algo de mar.
¿Qué te da mala bilis?
El desorden, la falta de sinceridad y la hipocresía.
Una película seductora
¿Nueve semanas y media?
Un amor platónico
Cindy Crawford
Hablando de tus pasiones. ¿Qué le falta a nuestra gastronomía?
Creernos que tenemos los mejores ingredientes para hacer la mejor cocina.
Un nudo en la garganta. ¿Usas corbata?
Sí que llevo, mi preferida es una azul con numeritos.
¿Cuántos corazones has probado y de qué?
¿Corazones? No sé. No muchos, pero me he impregnado con varios y buenos.
El tuyo está hecho de…
Depende del día. A veces pienso que de acero, a veces de plastilina y a veces que está hecho de cristal porque está muy frágil.
Te veo un corazón de mar.
El mar es inspiración, motivación, libertad, luz… Es un aporte importante para mi creatividad. Me quiere y yo lo quiero.
¿Si fueras un animal?
Sería un pulpo y así tendría sus ocho brazos para abrazar a quien quiero y estrangular a quien no quiero.
Vamos al chiringuito.
Son los inicios, las raíces nuestras, mis padres… Es algo muy sentimental.
«Mi infancia era un cuartel, una tienda de campaña, el babi de los padres salesianos». Es de una canción de Sabina.
La mía era traviesa. Era muy pillo. Honesto pero pillo. He hecho del Oeste.
La cocina es el corazón. ¿Qué debe bombear?
Orden, disciplina, perfección, excelencia, debe haber presión y ser inmediata. Es lo más importante.
Un plato que te robe el corazón.
El arroz a la plancha de Raúl Aleixandre.
Y la persona con el corazón más grande.
Mi padre.
La chistera mágica.
Sacaría… creatividad.
Cierra los ojos. ¿Qué ves?
El Mediterráneo. Te lo juro.
Caperucita y la cesta de la abuelita. ¿Qué le pones?
Una brújula para que no se pierda. ¿Está bien?
Un reto.
Posicionar Casa Manolo entre los diez mejores restaurantes de España.
¿Qué ingredientes debe tener un pensamiento?
Coherencia, transparencia, honestidad.
Piensa en el futuro.
Quiero poner Daimús en el mapa gastronómico mundial.
¿Qué andas cocinando?
Estoy con fondos para arroces con licuados de verduras. Hasta aquí puedo leer.
¿Quién es el cabeza de la familia de la gastronomía?
Para mí es Ferran. Abrió la Caja de Pandora. Compartió y compartir es crecer.
Una canita al aire. ¿Dónde o con quién?
¿Tengo que dejar una? Ésta. Sólo quiero cambiar la de Caperucita. Le pondría cítricos. Olvida la brújula.
Eres el carnicero. Ten cabeza. ¿Con qué parte del cuerpo te quedas?
Con los pulmones. Por respirar. Oxigenarme.
“Soy como una planta con sus ramas de la que van saliendo hojitas. Y cada hojita es un valor. Creo que soy constante, nada inteligente pero luchador; tengo los objetivos claros y lucho por ellos. Me encanta mi trabajo, que es mi vida. Vivo por y para esto. No me gusta nada trasnochar y sí madrugar para ordenarme el día:soy como un ‘excel’ andante, al que le fascina la gestión. Me gusta ser cercano y compartir; cuando alguien da, luego recibe. Soy familiar, me gustan mis padres y mi casa. Y soy romántico: me gusta mimar, ser el apoyo y dialogar, que es la base de todo. Me gusta leer libros de superación y gastronomía, el deporte y meditar; parar los pensamientos, desacelerarlos, para despertar la mente y ser más cabales. Quiero devolver a la vida lo que me ha dado”. Éste es su AUTOREPLATO.