Diez tentaciones gastronómicas de Eneko Atxa | Historias con Delantal - Blogs lasprovincias.es >

Blogs

Jesús Trelis

Historias con Delantal

Diez tentaciones gastronómicas de Eneko Atxa

EL FINDE DE MR COOKING

#elListódromo: Diez tentaciones de Eneko Atxa
#Confidentials: Bocadillos con historia
#CookingTerapia: Llega la mujer Nómada
 

 

Eneko Atxa.14 de septiembre de 1977. Un día después, pero de 2005, nació Azurmendi. Allí lucen tres estrellas. Las tres, de Michelin. Y un universo. El de Eneko y los suyos. Un lugar donde los astros flotan felices. Uno de ellos acaba de desembarcar en Londres (Eneko at One Aldwych), aunque su aventura ya le llevó a Thailandia (Phuket). Y a Malta. Y a medio planeta. Pero él sigue siendo el chico de Amorebieta. El hijo de Teresita y Jesús Mari. Con ellos empezó todo. Son sus raíces. Como lo fue su abuela Serafina, quien sin él saberlo le enseñó la senda de la cocina. Ellos, la familia, abonaron el árbol delgado pero robusto que nace en las entrañas del joven que prefirió ponerse el delantal que pasar el suplicio de la Selectividad. Quizá porque no le gustaba el imperativo estudiar. Eneko, sin embargo, tiene trazas de erudito. Un sabio cultivado a base de soñar y trabajar. Soñar y trabajar para hacer realidad lo soñado. Siempre con los pies en tierra. Su tierra. La que le enseñó a pasear por los días con humildad. Con educación, con respeto, con sencillez. La sencillez del que crece azuzando los fuegos. Crecer sin olvidar que es Eneko. El de siempre. El que suspira por las almejas de Teresita. El que corre, de tanto en tanto, 10, 21 kilómetros. El que escucha la radio para dormir sus cinco horas. El que grita:  “¡aúpa Athletic!”. El que se enamora de los tomates de octubre y de las cosas sencillas. Eneko, el de Amorebieta.

COOKINGζRETRATO

Ilustración realizada a partir de un selfie de Eneko. 🙂

 

LAS DIEZ

TENTACIONES

Nueva entrega, y ya van cuatro. Quique Dacosta, Juan Echanove, Paco Torreblanca y hoy… Eneko Atxa. Un honor abrir la Galería de las Tentaciones a uno de los mejores cocineros del planeta. #esoesasí

1 -Un producto: un caldo.

2 -Un plato: alubias y sacramentos.

3 -Un vino: 42 de bodegas Gorka Izagirre.

4 -Una bebida: vino.

5 -Un postre: arroz con leche.

6 -Un cocinero: mi madre.

7 -Un restaurante: Martín Berasategui.

8 – Un compañer@/s de mesa: Mi mujer.

9 -Un libro, película, cuadro… gastronómico: Cualquiera de Montagud. (Esto lo añado yo, por ejemplo… el suyo. Una joya imprescindible)

Foto cortesía Montagud Editores.

10 -Un sueño gastronómico: Que Azurmendi perdure en el tiempo, un tiempo muy muy lejano.

Ilustración realizada a partir de una imagen propiedad de Azurmendi.

ζ

ASÍ LO VEO

EL ABRAZO DE AZURMENDI

Teresita, Jesús Mari, Serafina. También Txompo, que cuando era joven le puso a pintar caballetes de aluminio para que empezara a ganarse sus dineros. Y  Begoña, y su prima Inge. Y Oihana. Y Gorka, Saioa Txiqui. Está Arka, y otros muchos más de su panda con los que aprendió a gozar de la vida más allá de los fogones. Del deshuese y de la brida. (Vida fuera de la sukaldaritza). Eneko es el hombre de los mil nombres. Personas y lugares que dan alas a sus épicas. Larrabetzu, donde su creatividad se hizo carne. Leioa, la escuela donde le sembraron el arte. Eneko es el hombre al que le rodea la lluvia y le mima la tierra que le acoge. Ese tipo delgado al que la felicidad le va rondando. El que ama y el que se siente amado. El que más que cocinar, te abraza. El que te da lecciones de humanidad en cada plato. El que transforma un bogavante en un tratado de alquimia propio de un consejo de sabios y el que desnuda a la ostra hasta hacer con ella un planisferio celeste.

Es el que te hace despertar el paladar con un queso artesano mientras en su cabeza suena el ‘beso de helduetan’. El que te sirve un foie frito que estremece. El que hace con el rabo de toro un juego de dados con sabores intensos que nunca olvidarás. Es hierba, agua, nubes que se van…”quedémonos un poco más”. Es parte de un bosque en el Valle de Asúa. El que cuando viaja siempre quiere volver para estar con los de casa. El que ha cultivado en su huerto más interno, un campo de  frases lapidarias: “Trabajo y trabajo, pensar y pensar, tratar de cuadrar y cuadrar”. Eneko es un hombre de palabra y de palabras. El que tiene en su diccionario subrayado: humildad, honestidad, sacrificio, verdad. Es el recuerdo medido, la nostalgia no idealizada, el sentimiento en estado puro. Un tipo sin artificios. El que se debe estar ruborizando leyendo esto y el que disfruta del camino porque sabe que el éxito es algo efímero. Es Amagoia. Es Nile. Es Nare. Es un árbol que crece en Larrabetzu. Es el abrazo de Azurmendi.

Foto EFE/Miguel Toña

 

ζ

cinco trazos y una foto

Si fuera una palabra. Sería abrazo. Es lo que sientes a su lado, aún sin estarlo.

Si fuera un ¿objeto?, sería un árbol. Un árbol haciéndose grande, paso a paso. Casi desapercibido, dentro de ese bosque que es la gente que le rodea. Sería como aquel árbol del que escribe, en uno de sus poemas, García Montero:

 
“Ocurre como todas las infancias,
La mía tuvo un árbol
Preciso y navegable,
Sólo un árbol
Para guardar secretos en el atardecer
Mientras llegaba el barco del otoño”
 

Si fuera una canción, supongo que le sentaría en un rincón de su casa, ese Azurmendi hermoso, y como Xoel López e Iván Ferrero cantaríamos juntos Tierra.

“Yo soñaba cada día, con poder alcanzar la playa…”

 

(Video vía Youtube)

Si fuera un plato, sería la crema de alcachofa… posiblemente uno de los platos que más me han emocionado. Y sería éste porque me habla de su tierra, de su mundo, porque me hace imaginar en él a Serafina y Teresita. Y quizás, porque veo en él, en ese cuenco de madera, en ese recipiente que es pura raíz, a ese niño flaco jugando al frontón

 

Si fuera un verso, estaría escrito en el viento. El trotamundos que hizo de lo local su universo.  Sería una zapatilla humilde, con un árbol brotando de ellas mientras de sus ramas salen miles de sueños alados que viajan hacia ninguna parte. Volar sin querer llegar a la meta, porque el disfrute está en el camino. El resto es efímero…

el trotaplatos que cocinó la libertad

 

 

Si fuera una fotografía, cualquiera de Mikel Ponce (de su libro de Montagud Editores). De mi álbum, me quedo con ésta que me habla de este hombre que es madera, piedra y hierro. Una escultura de Mikel Lertxundi que te da el abrazo de bienvenida. Y el despedida.

 

ζ

Ahora que creo que si llega a leer esto, Eneko estará lo suficientemente ruborizado, cierro la Galería de las Tentaciones para volver a abrirla con nuevos invitados. Pecar en la cocina no es pecar. Es levitar.

Cuentos con patatas, recetas al tutún y otras gastrosofías

Sobre el autor

Soy un contador de historias. Un cocinero de palabras que vengo a cocer pasiones, aliñar emociones y desvelarte los secretos de los magos de nuestra cocina. Bajo la piel del superagente Cooking, un espía atolondrado y afincado en el País de las Gastrosofías, te invito a subirte a este delantal para sobrevolar fábulas culinarias y descubrir que la esencia de los días se esconde en la sal de la vida.


octubre 2016
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31